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En Indiana, Estados Unidos, un abogado fue sentenciado luego de presentar documentos con citas falsas, revelando que utilizó Inteligencia Artificial para redactarlos. Rafael Ramírez citó un fallo inexistente en un escrito, admitió haber confiado en programas de IA para redactarlos, y se descubrieron más documentos con referencias inventadas. El juez le impuso multas y remitió el caso al comité disciplinario, poniendo en riesgo su futuro profesional. La historia destaca la importancia de verificar la información presentada y seguir reglas éticas en el ejercicio legal, mostrando las implicaciones de confiar ciegamente en la tecnología AI para tareas legales.
En el estado de Indiana, en Estados Unidos, un juez fue sentenciado tras presentar escritos con citas inexistentes en tres ocasiones y confesar haber usado Inteligencia Artificial (IA) para redactarlo.
Mediante LinkedIn el experto en derecho mercantil y ciberseguridad, Sean Griffin, compartió el reporte que le hizo la Corte del Distrito Sur de Indiana al abogado, donde se explican los antecedentes del caso.
Todo comenzó en octubre de 2024, el abogado Rafael Ramírez presentó un documento en el que citaba un fallo judicial que, en realidad, no existía. Eso para nada pasó desapercibido en el tribunal quien notó el error y le pidieron corregirlo.
Al no poder encontrar el caso que él mismo, supuestamente había citado, el Sr. Ramírez reconoció que la referencia citada era incorrecta, retiró a la autoridad citada y se disculpó con el tribunal y con el abogado contrario por la confusión.
Sin embargo, al decretarse que este era un error demasiado novato para un abogado, el tribunal ordenó al Sr. Ramírez comparecer en persona y demostrar por qué no debía ser sancionado por violar las Reglas Federales de Procedimiento Civil.
El 3 de enero de 2025, Ramírez admitió que había confiado en programas de IA generativa para redactar los escritos y explicó que había utilizado IA anteriormente en cuestiones legales,
No era primera vez que le pidió a la IA hacer su trabajo de abogado
Pero ahí no terminó la historia. Al revisar otros documentos presentados por Ramírez, el juez encontró dos escritos más con referencias inventadas.
El culpable reconoció que nunca verificó las citas antes de presentarlas. El tribunal consideró que esto violaba la Regla 11 de Procedimiento Civil, que exige a los abogados investigar bien antes de presentar documentos.
Además, señaló que Ramírez había incumplido normas básicas de la ética profesional, como la obligación de ser veraz y competente.
Por ello, el juez le impuso una multa de 5.000 dólares por cada escrito con información falsa, además de remitir el caso al comité disciplinario del estado.
También le ordenó informar de la sanción al CEO de su cliente y presentar un certificado de cumplimiento en un plazo de siete días.
Ahora, su futuro profesional está en manos del comité disciplinario, que podría imponerle sanciones aún más severas.
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