Milán prohíbe fumar en espacios públicos y amenaza con multas de hasta casi $300 mil pesos

Milán, la ciudad conocida como la “Capital de la Moda italiana”, comenzará a multar a las personas que fumen en espacios públicos, por una nueva ordenanza que entró en vigor a partir del 1 de enero de este 2025.

Esta medida no nace precisamente por un tema de salud de las personas, sino por uno medioambiental.

Y es que la prohibición de fumar se enmarca en el Plan Aire-Clima que se aprobó en 2020, para mejorar la calidad del aire de la ciudad, consigna Europapress. Poco a poco comenzó la puesta en marcha de diversas iniciativas, para reducir a la mitad las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para el año 2050.

Según un comunicado del ayuntamiento de la ciudad, “A partir del 1 de enero de 2025, la prohibición de fumar se extiende a todas las zonas públicas o de uso público, en las mismas incluidas las zonas viales, excepto en lugares aislados donde sea posible respetar la distancia de al menos 10 metros de otras personas”.

Lo que busca, en concreto, es “mejorar la calidad del aire de la ciudad, proteger la salud de los ciudadanos, incluida la protección contra el tabaquismo pasivo en lugares públicos”.

Las personas que no cumplan con la medida se arriesgan a multas que van de los 40 a 240 euros (desde los $41.546 a los $249.280 pesos chilenos), señala CNN Mundo. Cabe mencionar que esta prohibición no contempla a los vapeadores o cigarros electrónicos.

Otro detalle que entrega el comunicado, es la excepción, y esta contempla sitios aislados donde se pueda mantener una distancia de al menos diez metros con otras personas.

En 2021, ya se había aprobado la prohibición de fumar en parques infantiles, paraderos de buses e instalaciones deportivas al aire libre. A estos lugares se suman cementerios y zonas para mascotas.

Prohibición de fumar en Milán: Reacciones a la medida

Según CNN Mundo, Lino Stoppani, presidente de la Federación de Empresas Públicas Fipe Confcommercio, dijo que esta es una prohibición “simbólica”, ya que es difícil de aplicar y las empresas no están obligadas a hacerlo.

“Sin controles adecuados, las ordenanzas corren el riesgo de quedarse en medidas destinadas más a sensibilizar que a resolver. El aspecto positivo es que a las empresas públicas no se les impone el papel de ‘carabineros’, dejando la carga de los controles a las autoridades competentes”, añadió, consigna el medio, respecto a la policía local.

También indicó que no tendrá los efectos que esperan, principalmente por algunas debilidades regulatorias y confusión en la forma de cómo se aplicará, pero que no batallarán por esto.