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Tokio implementará una semana laboral de cuatro días para sus trabajadores del sector público a partir de 2025, en respuesta a la grave crisis demográfica que atraviesa Japón, con una tasa de natalidad en mínimos históricos y solo 1,20 hijos por mujer. La medida busca fomentar la conciliación familiar, reducir la brecha de género y aumentar el índice de nacimientos, afectado por la falta de apoyo a las familias y la rigidez laboral. Expertos señalan que el envejecimiento de la población y la disminución de la mano de obra activa amenazan el desarrollo económico del país. Empresas como Sekisui House ya han tomado medidas para incentivar la licencia parental, mientras que Tomy ofrece cheques a sus empleados por cada hijo y programas de conciliación laboral. La situación en Japón refleja la necesidad de adaptar los modelos laborales para favorecer la crianza y el equilibrio entre vida personal y profesional.

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Una inédita medida implementará la ciudad de Tokio para sus trabajadores, luego que la tasa de nacimientos ha llegado a mínimos históricos, así desde 2025, los trabajadores del sector público podrán trabajar solo cuatro días. Pero, ¿por qué ocurre esto?

Hoy en día, Japón enfrenta, en 2023, un registro de 727.277 nacimientos, la cifra más baja hasta la fecha.

En pocas palabras, hubo 1,20 hijos por mujer, alejado del nivel óptimo de 2,1 hijos, lo que provoca una “emergencia silenciosa”, según confirmó el primer ministro, Shigeru Ishiba.

Por esta razón, Tokio tendrá una semana laboral de cuatro días, para que todos sus empleados públicos, tengan más tiempo para sus familias y aumentar la tasa de natalidad que paulatinamente desciende a niveles nunca experimentados en la nación nipona.

Una crisis que no parece tener fin

Japón vive una crisis sin precedentes, afirman los expertos. Esto porque la disminución de la población activa y el envejecimiento, comprometen el desarrollo económico del país.

Por otro lado, la situación repercute en la mano de obra y agrava la despoblación en algunos sectores agrícolas.

Aunque “el empeoramiento del empleo es la mayor causa” de la caída de la natalidad, dice a EFE Takumi Fujinami, economista del Japan Research Institute.

“Los salarios apenas han subido en Japón en estos últimos 30 años. Los ingresos de los mayores se mantienen y los de los jóvenes caen cuanto más jóvenes son. Es importante modificar esto. El salario está cayendo más de lo necesario para complementar las ayudas que se dan para la crianza de los hijos”, explica a nuestro medio asociado.

En este marco, la situación impulsó a la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, ha flexibilizar el tiempo dedicado al trabajo, para que las familias puedan conciliar la vida profesional y laboral.

De hecho, el gobierno entrega una subvención a las embarazadas de 15.000 yenes (unos $100.000 mil pesos chilenos) mensuales por niño a las familias con ingresos limitados, además de otros programas sociales que ayudan a costear los gastos de manutención de los menores.

La disparidad de género entre hombres y mujeres también es preocupante. Según datos del Banco Mundial, en 2022, solo el 55% de las mujeres japonesas estaban empleadas, frente al 72% de los hombres.

En ese sentido, Yuriko Koike afirmó a The Japan Times que “seguiremos revisando los estilos de trabajo para garantizar que las mujeres no tengan que sacrificar sus carreras debido a acontecimientos como el parto o la crianza de los hijos”.

La medida adoptada por Tokio

De todas formas, la medida, que será implementada en abril de 2025, contempla días libres a la semana. Eso sí, los trabajadores deberán cumplir 155 horas por mes.

Mientras los que tengan hijos pequeños, podrán acceder a una reducción de su horario por al menos dos horas.

“Comenzaremos con un apoyo exhaustivo al equilibrio entre vida laboral y personal mediante la introducción de un sistema de horario laboral más flexible, como tres días festivos por semana”, afirmó Koike, que entregó detalles del plan.

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De acuerdo a los registros oficiales, Japón tiene 16 años consecutivos de cifras negativas. Solo en Tokio, la cifra de bebés nacidos disminuyó un 15% entre 2012 y 2022, según indicó El Confidencial.

Fujinami, explicó a EFE que estas medidas, sin duda, son positivas, aunque el problema de fondo, a su parecer, es la brecha de género. “El cuidado de los hijos y del hogar todavía recae mayoritariamente en las mujeres y sus empleos son más precarios”, expuso a la agencia española de noticias.

La experiencia nipona para favorecer la crianza

En el ámbito privado, las empresas niponas han resentido el golpe, por lo que han experimentado un cambio en su mentalidad, frente a la ausencia de trabajadores en edad activa.

Asimismo, la población nipona, que cuenta con un 29,3 % de personas mayores, mira con asombro, como la rígida disciplina laboral de los japoneses, da paso a una serie de beneficios nunca antes vistos.

Al respecto, la constructora Sekisui House, involucra a los padres primerizos, ha hacerse cargo de la crianza de los niños. En especial, incentiva a los hombres a tomar una licencia parental, lo que usualmente no sucede.

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Solo el 30% de los padres japoneses toma permisos de paternidad, según constató el gobierno nipón. Por lo mismo, es común que los hombres con hijos de hasta tres años, se tomen un mes de licencia que puede ser dividido en cuatro períodos.

Gerente y subgerente, respectivamente, Sugiyama (44 años) y Yokoo (35 años) son dos de los padres en Sekisui House.

La mujer del primero dejó de trabajar cuando nació el primero de sus tres hijos, mientras que la del segundo se reincorporó tras nacer el segundo. “Durante la baja, cada mañana llevaba a los niños al colegio antes de venir a la oficina y lo sigo haciendo”, explicó Sugiyama, y el más joven añadió: “Yo me encargaba de limpiar, lavar la ropa y cocinar para que mi mujer durmiera durante el día”.

Sugiyama valora “el balance entre trabajo y familia” y Yokoo, poder dedicarse “plenamente” a ser padre, pero ninguno tomaría más de un mes de baja, aunque sí permisos especiales en periodos como las vacaciones escolares, cuando los niños tienen más tiempo libre. “Un mes es suficiente, no espero más, pero podría necesitar más días para dedicar a mis hijos en el futuro”, expresó Yokoo.

Cheques para tener hijos

Tomy, empresa de juguetes con sede Tokio, ofrece cheques de dos millones de yenes (unos $12 millones) a sus empleados por cada hijo que tienen o adoptan, así como programas de conciliación laboral, para evitar que madres y padres sientan que tienen que dejar de trabajar.

Los empleados deben tomar al menos 28 días de licencia para recibir los cheques, un alivio a la carga económica de las familias, que es uno de los principales factores que frenen el tener hijos.

Durante ese periodo, reciben el 20% de su sueldo y se hace cargo de sus responsabilidades otro empleado de la empresa que recibe por ello un bonus salarial.

No obstante, todavía ningún empleado hombre de la compañía (representan el 61,4%) se ha beneficiado de la medida, pero el primero en hacerlo, antes de que termine el año, será Yuta Goto, que fue padre recientemente. “Gracias al cheque podremos comprar cosas como ropa. Mi mujer también cogió la licencia, lo que nos permite estar más relajados en nuestra labor con la guagua”, dijo Goto a EFE.