Una mujer se realizó un tatuaje en el tobillo durante un paseo familiar por Turquía, sin embargo, dos días después, debió ir de urgencias a un centro asistencial donde los doctores casi le amputan el pie tras generar una grave infección.
La mayoría de las personas estudian los lugares donde hacerse un tatuaje y también a las personas responsables de dejar esa marca para siempre.
Pero este no fue el caso de Kate Griffiths, quien sin pensarlo confió en el salón de tatuajes del hotel donde se alojaba.
Mujer casi pierde su pie tras realizarse un tatuaje en su tobillo
La mujer, de 34 años, junto a sus cinco hijos, se encontraba disfrutando de sus vacaciones en Turquía cuando decidió hacerse un tatuaje para tapar otro que ya no le gustaba.
Anteriormente, se había tatuado una rosa “pero no me gustaba, así que me hizo una rosa mejor y más grande para cubrirla”, dijo Griffiths para el medio británico Daily Mail.
Llegado el momento, el tatuador comenzó su trabajo y poco después, la mujer comenzó a marearse.
“Le dije que no me sentía bien y me levanté”, mencionó, para posteriormente vomitar.
Kate confesó para el medio que nunca antes se había sentido así, ya que el dolor era demasiado intenso, hasta el punto de no poder soportarlo, pidiendo en cada instante al tatuador levantarse para poder respirar.
“No me di cuenta de que estaba introduciendo demasiado la aguja y causando dolor”, contó.
A esto último agregó: “Se veía muy bonito cuando lo hizo por primera vez, y no pensé nada al respecto. Supuse que debía doler simplemente porque estaba en mi tobillo”.
Consecuencias después del tatuaje: celulitis infecciosa
Posteriormente, la mujer continuó con sus vacaciones durante el día, pero a la mañana siguiente, cuando se despertó, encontró su pierna “el doble del tamaño de la otra”.
“Estaba roja, como en carne viva, y parecía que había ampollas en mi tatuaje. Había líquido detrás, que era la infección”, mencionó.
Tras el estado de su pie, volvió de regreso a su hogar en Reino Unido, sufriendo en el trayecto un “dolor insoportable”.
Tras llegar, se dirigió de urgencias hasta un centro asistencial donde le confirmaron su diagnóstico. En menos de 48 horas, la mujer desarrolló una celulitis, una infección potencialmente mortal, que se extendió a su estómago y vesícula biliar.
La celulitis es una “infección intermedia de la piel (dermis) y los tejidos debajo de esta”, detalla la Biblioteca Nacional de Medicina.
Aquella infección también puede extenderse a otras áreas del cuerpo, y si no se trata, puede infectar múltiples áreas, llegando a causar septicemia, una condición mortal.
Complicaciones de la celulitis
En ese sentido, los médicos lucharon por controlar la celulitis de la mujer y tal como cuenta, le dijeron que si la situación continuaba, podrían tener que amputarle el pie.
“Lloraba y gritaba todas las noches del dolor. Me administraban un goteo de morfina tras otro, pero aun así sentía el dolor a través de los analgésicos”, contó para el medio.
Afortunadamente, la infección se controló tras unos cuatro días en el hospital.
“Por suerte, los antibióticos empezaron a funcionar… Ahora, mi tatuaje está lleno de costras, ennegrecido y cubierto de escamas. Me pica mucho y sigue siendo muy doloroso”, dijo la mujer.
Respecto a su decisión de realizarse un tatuaje en un lugar desconocido, Kate hace un mea culpa por su impulso.
“Me siento tonta porque, por lo general, cuando voy a Turquía, siempre voy con personas conocidas para hacerme tatuajes, y siempre estaba bien”, comentó Griffiths.
A esto último complementó: “No investigué ni verifiqué los antecedentes de esta persona porque asumí que era segura”.