Durante este lunes el Sernac denunció ante el Ministerio Público la comercialización de una máquina llamada ‘Aether 5.0’, la cual tenía como premisa el curar enfermedades como cáncer o VIH.
Dentro del anuncio se indicaba que, por medio de la interacción de electrones, se generen reacciones químicas beneficiosas para la sanación de las afecciones antes mencionadas.
No obstante, el organismo público determinó que el producto no tenía certificaciones de carácter científico o médico. A lo que se sumaba su alto valor: 500.000 pesos.
Lo cierto es que la inventora de este objeto, Daniela Muñoz, efectuó una defensa total en conversación con el matinal Contigo en la Mañana, la cual no generó conformidad en el espacio.
“Yo me basé en una investigación en base a doctores, D’Arsonval o Nikola Tesla, patentes que yo leí, en base a eso investigué, y sobre fotografías de imágenes antiguas”, señaló la comerciante.
No obstante, de inmediato fue cuestionada por los animadores respecto a los estudios clínicos y pruebas que debía tener un aparato de este tipo para funcionar.
“Para patentar la máquina no hacen falta ensayos clínicos, pero sí bibliografía”. Sin embargo, Julio César Rodríguez insistió respecto a los ensayos para uso médico.
“Esto no entra dentro de eso, porque no es un medicamento, porque es un aparato de electroterapia, y tiene componentes electrónicos, no de consumo”, detalló.
‘Aether 5.0’ no tiene estudios clínicos
Por su lado, Allison Gohler volvió a tocar el tema de los estudios que deben existir ante el Instituto de Salud Pública.
“Tengo el certificado del Seremi de Salud, y tengo el certificado que dice que ellos no regulan estos aparatos. Yo me basé en investigación”, reconoció.
Sobre el final, la mujer expuso que estaba a la espera de obtener su patente para llevar el objeto a las universidades.
Asimismo Muñoz, que es contadora de profesión, reconoció que ha vendido cerca de 30 máquinas, aproximadamente.
“Yo no dije que esto iba a curar el cáncer, yo dije que ‘esto servía para combatir o tratar esto’, pero no reemplaza un tratamiento médico. Yo me baso en lo que dice la gente. Nunca dije 100% que esto iba a curar el cáncer”, aseveró.
“Mi intención no fue engañar a nadie, siento que soy un bien un bien para mejorar la vida de las personas. Estoy abierta a que hagan las investigaciones que tengan que hacer”, concluyó.
Por último, en el mismo espacio, el director de Tecnología Médica de la Ucen, Juan José Díaz, fustigó el invento.
“No hay evidencia de que estos tipos de máquinas puedan curar enfermedades, sólo puede ser un efecto placebo”, comentó.
“Para esto se necesitan equipos certificados, que tengan estudios previos con poblaciones normales y enfermedad, y que sean capaces de entregan evidencia contundente”, añadió.
Hay que señalar que el Servicio Nacional del Consumidor fue enfático en remarcar que las enfermedades, padecimientos o cualquier problema de salud, deben ser tratado “de manera responsable y bajo la supervisión de un especialista del área”.