Elon Musk fue uno de los principales aliados de Donald Trump en la pasada elección presidencial, en la cual venció a Kamala Harris.
De acuerdo a The New York Times, ya suena con fuerza un posible arribo del magnate al futuro gobierno de Trump. No se sabe si en calidad de asesor, en un ministerio o como jefe de algún servicio.
El presidente electo ha prometido nombrar a Elon Musk, CEO de Tesla y considerado el hombre más rico del mundo, para liderar una nueva comisión de eficiencia gubernamental.
Uno de los primeros objetivos mencionados por Musk sería recortar al menos 2.000 millones de dólares del presupuesto federal, que actualmente asciende a 6,75 billones de dólares.
Esta medida podría ser clave para la próxima Administración del republicano, pero también plantea interrogantes sobre los efectos que tendría en la estructura del Gobierno federal y sus regulaciones.
La relación entre Musk y Trump no está exenta de polémicas. El magnate sudafricano donó más de 130 millones de dólares a las campañas electorales del presidente electo, lo que podría desencadenar posibles conflictos de interés. Además, expertos advierten que el rol de Musk en la nueva Administración podría beneficiar directamente sus negocios.
Por ejemplo, Musk ha sido crítico de la supervisión gubernamental sobre SpaceX, su empresa de cohetes, y una mayor influencia política podría traducirse en menor regulación para los autos autónomos, uno de los principales desarrollos de Tesla. Según la revista Forbes, un ambiente regulatorio más relajado podría favorecer a Musk en sus problemas legales y empresariales.
Elon Musk y Donald Trump
El CEO de Tesla enfrenta actualmente varias demandas e investigaciones gubernamentales. Entre los casos más relevantes está la apelación para restablecer su bono de 50 mil millones de dólares en acciones de Tesla, anulado por un juez de Delaware en enero.
También enfrenta una investigación de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras sobre los sistemas de conducción autónoma de Tesla y una supuesta advertencia del Departamento de Justicia relacionada con recompensas financieras del America PAC dirigidas a votantes clave.
Las políticas económicas de Trump también podrían impulsar a Tesla, especialmente si perjudican a sus competidores en el mercado de vehículos eléctricos. Este posible beneficio ya se reflejó en el alza de las acciones de Tesla el pasado miércoles 6 de noviembre, un día después de que se confirmara la victoria electoral de Trump.
Aunque el rol de Musk en el gobierno aún no se concreta, sus implicancias políticas y económicas comienzan a generar controversias. Su cercanía con la nueva Administración plantea preguntas sobre los límites entre la eficiencia gubernamental y los intereses personales.