El tema del crimen y la seguridad se ha convertido en uno de los más importantes para las personas en Chile. De hecho, en 2023 la percepción de inseguridad alcanzó un 87.6%, según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana.
Asimismo, otro 54,3% aseveró que la delincuencia aumentó en su barrio, mientras que un 76,4% indicó lo mismo ligado a su comuna.
Ante estas cifras, bien vale preguntarse ¿Cómo es el perfil de una persona que está dispuesta a cometer un ilícito? ¿Qué características tienen? ¿Hay influencia extranjera en los delincuentes locales?
BioBioChile tuvo la oportunidad de conversar con Marcela del Sol-Hallet, perfiladora criminal chilena y directora de la Academia 360 de Prevención Criminal, quien respondió varias de estas interrogantes.
En un inicio, Del Sol-Hallet aseguró que la visión de César Lombrosso, considerado como el Padre de la Criminología, sobre los factores físicos ligados a un criminal, es algo obsoleto.
“En términos generales, no podemos decir que Jack el Destripador es lo mismo que Rodríguez Vega en España, no los podemos encasillar dentro de la misma morfología psicológica”, expuso.
No obstante, la experta asegura que sí hay conductas físicas a las cuales las personas sí deben estar atentas.
“Hay que fijarnos en las conductas físicas, las personas que no tienen o no respetan los límites físicos en un área abierta, como al caminar por la calle, o cuando alguien se te acerca de forma brusca”, indicó
“También están quienes bajan la cabeza. Pero se nota cuando personas lo hacen por sentir vergüenza, mientras otras están tratando de camuflar su identidad”, agregó.
Dentro de este perfil, también está el tema de la preparación que tienen estos sujetos, desde un punto de vista casi atlético.
“Otro aspecto interesante a analizar es, por ejemplo, la contextura, ya que generalmente son personas delgadas, incluso atléticas, que están acostumbradas a correr o saltar”, expuso.
“En muchos casos también suelen ser hombres que usan el cabello muy corto, porque necesitan pasar desapercibidos e incluso mantener una comodidad”, añadió.
¿Criminal chileno v/s criminal extranjero?
Sabido es que, en los últimos años, a Chile ingresaron bandas de crimen organizado desde otros países, entre esos el Tren de Agua, Cartel Jalisco Nueva Generación, Los Pulpos, Los Gallegos, y varios otros.
Por lo mismo, para muchos es una pregunta válida ¿Ha cambiado esto la morfología del criminal local?
Para la especialista, la respuesta es un rotundo sí: “El delincuente nativo (chileno) históricamente ha sido mucho más pasivo en cuanto a la manera en que ejerce la fuerza en contra de sus víctimas”.
“Nosotros tenemos, por supuesto, casos emblemáticos de asesinos en serie. Siempre el criminal era como más tímido con respecto de sus pares latinoamericanos, por ejemplo Colombia, Venezuela o México, países que son actualmente conocidos por la ferocidad con que se despliegan los ejecutores de delitos”, advierte.
Por lo mismo, Marcela del Sol-Hallet detalla que sí se puede evidenciar una especie de adaptación del ‘delincuente chileno’ a estos nuevos modos de operar.
“Entonces lo que está pasando ahora es que la fisionomía criminal en Chile está siendo influenciada por estos factores criminales exógenos”, expresó.
“Estos criminales han traído consigo modus operandi mucho más violentos en cuanto a la ejecución de muchas tipologías criminales e incluso narcotráfico, por ejemplo”, admitió.
De hecho, en el punto respectivo al crimen organizado, la perfiladora criminal establece una diferencia.
“Acá voy a hacer una distinción súper básica. El narcotraficante chileno, el microtraficante, no andaba agarrando a la gente a balazos, pero el narcotraficante que ingresa a Chile ya viene con la habitualidad de usar armas con objetivos de interrumpir la vida, digamos, de sus víctimas o de sus objetivos”, comentó.
“Frente a lo cual el criminal chileno siente la necesidad de defenderse de igual o mayor forma, y al no estar habituado con el uso de estos mecanismos de ataque, como son las armas de fuego, pudiese cometer muchos más errores que una persona que sí tiene un entrenamiento”, desliza.
Crimen ¿Sigue siendo Chile un país seguro?
Todo lo anterior, incluso ha puesto en duda una premisa que por décadas se mantuvo inalterable: “Chile es el país más seguro de Latinoamérica”.
Para Del Sol-Hallet, en los tiempos actuales esto aún puede sostener. Sin embargo, no se puede desconocer que existen nuevos tipos de crímenes, los cuales se veían con menor frecuencia en antaño.
“Yo creo que la globalización económica, los cambios tecnológicos, han producido un movimiento global de aumento de conductas desviadas. Esto no solo atañe a Chile, sino que es algo que está pasando en el mundo”, repasó.
“Sin embargo, a nosotros nos ataca con mucha más fuerza, porque nosotros hemos vivido en un país que históricamente ha sido considerado uno de los más seguros de Latinoamérica”, agregó.
“Entonces cuando tú ves las polaridades que vivimos en una sociedad relativamente segura, y luego ves que están pasando crímenes de una magnitud tan violenta, por supuesto que nos encontramos indefensos frente a esto. Por lo mismo, porque son contribuyentes criminógenos que vienen desde el exterior, cuyos modus operandi no son familiares”, aseveró.
Por lo pronto, confiesa la experta, el punto que sí se debe atacar como una política más allá del gobierno de turno, está relacionada a la prevención, a no llegar sólo cuando el ilícito sucedió.
“Chile continúa siendo uno de los países más seguros de Latinoamérica, pero hay un grave riesgo acá porque tenemos muchas vulnerabilidades en cuanto a la prevención del crimen”, mencionó.
“Ya está decantando en una suerte de brutalidad de muy alta envergadura, porque hemos visto cuerpos trozados, cuerpos quemados, gente baleada; o escuchamos recurrentemente que hay un homicidio nuevo, lamentablemente, y no un homicidio simple”, añadió.
“Si no se atiende esto que es la prevención, no solo el control del delito, es muy probable, como pasó con Ecuador, que en cinco años nuestro sistema de seguridad en el país vaya disminuyendo, vaya desvaneciéndose”, concluyó.