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Nueva regla en aeropuerto de Nueva Zelanda limita abrazos de despedida a tres minutos para evitar congestión vial. El director general del aeropuerto menciona que la medida busca mantener la circulación en la zona de salidas y que por lo tanto, se recomienda dirigirse al estacionamiento para despedidas más prolongadas.

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Nueva Zelanda implementó una nueva regla en un aeropuerto, ahora existe un límite de tiempo para abrazos de despedida.

Las despedidas emotivas entre amigos y familiares son algo común en los aeropuertos, sin embargo, debido a una nueva regla por parte de autoridades de un aeropuerto, tendrán que ser en el menor tiempo posible.

No es una broma de mal gusto o una medida temporal, pues a través de sus redes sociales, el Dunedin Airport de Nueva Zelanda, demostró que la medida es una realidad.

“Nuestro CEO, Daniel De Bono, y la Gerente General de Desarrollo de Negocios, Megan Crawford, están disfrutando la cobertura mediática viral de hoy sobre nuestro nuevo letrero de límite de tiempo en la zona de entrega”, detalla la publicación.

Aeropuerto de Nueva Zelanda y su nueva medida

Se trata de un nuevo límite, de tres minutos, para los abrazos de despedida en la zona de espera del aeropuerto, el cual tiene como objetivo evitar que los abrazos prolongados provoquen embotellamiento vial, detalla AP News.

El letrero ubicado afuera de las instalaciones y que se muestra en la publicación, también advierte que quienes busquen una “despedida más cariñosa”, deben dirigirse al estacionamiento del aeropuerto.

“El límite al tiempo de abrazos se impuso en septiembre para “mantener las cosas en circulación” en la nueva zona de salidas del aeropuerto”, dijo el director, Dan De Bono.

El tiempo de solo tres minutos, es “suficiente para llegar, despedirte de tus seres queridos y retirarte… El límite de tiempo es realmente una forma más amable de decir, ya saben: ‘apúrense’”, comenta De Bono.

A ello, el director complementó que un abrazo de 20 segundos es un límite suficiente para liberar oxitocina y serotonina, y que un poco más de tiempo, “se vuelve algo raro”, argumenta.