Un buque científico encontró, durante una excursión por aguas chilenas en El Quiso, un envase de Kapo de hace 20 años, en perfecto estado.
El descubrimiento se desarrolla bajo la investigación que lidera el buque oceanográfico de la fundación estadounidense Schmidt Ocean Institute.
La organización dio inicio a una expedición científica, que permitirá “mapear, muestrear y caracterizar los ecosistemas de aguas profundas a lo largo del margen centro-sur de Chile”, se detalla en su sitio web.
En ese sentido, se unieron tres investigadores: Jeffrey Marlow de la Universidad de Boston, Estados Unidos, Patricia Esquete de la Universidad de Aveiro, Portugal, y Eulogio Soto de la Universidad de Valparaíso, quienes formaron un equipo científico, interdisciplinario e internacional para la expedición que comenzó el 11 de octubre, y que terminará el 5 de diciembre.
“Su investigación hará avanzar nuestra comprensión de un área esencial en el océano y, al mismo tiempo, fortalecerá los esfuerzos para gestionar y proteger las aguas de Chile”, consigna el portal.
Expedición revela envase de Kapo en perfecto estado
Fue gracias a esta expedición y una grabación en vivo, que un video compartido a través de la red social X, mostró la imagen de un envase de jugo Kapo bajo las profundidades de las aguas de El Quisco, que se encontraba en perfecto estado.
En el detalle de la publicación, se ve que el diseño del envase de este famoso jugo, que cuenta con más de 40 años en el mercado, data desde sus creaciones de inicios del siglo.
Según comentario de usuarios de la red, el envase sería de los años 2000, es decir, estaría desde hace 20 años en las profundidades del mar.
En la imagen se detalla cómo a más de 400 metros de profundidad y lejos de la costa, se encontraba este objeto, junto a una serie de especies marinas, pero también de otras basuras, como un vaso de Coca-Cola con estética de los años 80, con casi nulos indicios de descomposición.
Cabe recordar que en el fondo marino, “una botella de plástico tarda, de media, 500 años en degradarse, mientras que un hilo de pescar se descompone en aproximadamente 600 años”, explica La Vanguardia.