El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) salió a aclarar la controversia surgida en torno al Pipeño, un producto icónico de las Fiestas Patrias. Según el organismo, la Resolución Exenta N° 4077, vigente desde hace un año, no descalifica al Pipeño como vino, sino que establece una nueva categoría para diferenciarlo.
“La resolución no desvaloriza al Pipeño. Lo que hace es proteger su identidad como bebida alcohólica única y auténtica”, sostuvo el director nacional del SAG, José Guajardo Reyes. Esta medida agregó, habría sido bien recibida por los productores de la Agricultura Familiar Campesina.
Así las cosas, el SAG asegura que la medida busca resguardar la autenticidad del Pipeño. “El Pipeño es característico de las regiones del Maule, Ñuble y Bío Bío, y este reconocimiento le otorga protección especial”, afirmó la entidad.
SAG detalla diferencia entre Pipeño y vino pipeño
Según la Resolución N° 4077, el Pipeño se diferencia del vino tradicional por su proceso de fermentación parcial y su dulzor natural, lo que le da una graduación alcohólica menor a los 11.5 grados. Por su parte, el vino pipeño mantiene una graduación mínima de 11.5 grados.
La polémica surgida en torno al dulzor y la graduación alcohólica fue abordada por Guajardo Reyes, quien explicó que la menor graduación del Pipeño no es resultado de adulteración con agua, sino del proceso de fermentación parcial del azúcar residual.
“Esta medida protege a los pequeños productores y garantiza que el Pipeño refleje la herencia y tradiciones locales”, señaló el director del SAG, añadiendo que solo los productores de la Agricultura Familiar Campesina y cooperativas podrán comercializarlo.
El SAG realiza estrictos controles antes de la inscripción oficial del Pipeño, incluyendo análisis físico-químicos de las muestras, sin costo para los productores. Estos controles buscan proteger a los consumidores y asegurar lo genuino del producto.
Etiquetado con su lugar de origen
Además, la nueva clasificación permite que el Pipeño sea etiquetado con su lugar de origen, lo que fortalece su identidad territorial y contribuye a la valorización de productos locales tanto en el mercado nacional como internacional.
Contrario a lo que algunos sectores expresaron, el SAG insiste en que la clasificación no desvaloriza al Pipeño. “Esta resolución no solo diversifica la oferta vitivinícola, sino que asegura condiciones justas para todos los productores”, subrayó Guajardo Reyes.
La coexistencia entre el Pipeño y el vino pipeño, bajo esta nueva normativa, busca resguardar las tradiciones productivas y comerciales, protegiendo la autenticidad de cada uno de estos productos ligados a la cultura chilena.