Este fin de semana, DNews estrenó un reportaje sobre víctimas sexuales del Tren de Aragua en Perú. Fue ahí donde una mujer víctima de la banda criminal contó su testimonio, en algo que es inédito.
De acuerdo al citado medio, se trata de una joven de nacionalidad venezolana, que llegó al vecino país con la falsa promesa de un trabajo estable.
Habría arribado inicialmente hasta la localidad de Tumbes, en Perú, para luego ser trasladada hasta la capital Lima. Una vez ahí comenzó a trabajar en el comercio sexual, para pagar altas sumas de deudas interpuestas por la organización ilegal.
“Yo sí sabía, pero no sabía que tenía que pagar tanta suma de dinero. Me explicaron que tenía una multa de 15.000 soles (3.6 millones de pesos), que se paga diariamente. Aparte de eso hay que pagar 200 soles (50 mil pesos) semanales por el cobro”, indicó.
“Yo estaba en Venezuela, me ofrecieron que me compraban zapatos, teléfono, uñas, todo lo necesario para una mujer. En lo que llego a Perú y me pagaron los pasajes. De ahí me subieron a las trochas (camiones). Ahí me encontré con más de 30 mujeres. Eran los Gallegos”, agregó.
Primer testimonio de víctima de explotación sexual del Tren de Aragua
Una parte especialmente cruda del relato tiene relación con los malos tratos denunciados por la persona, que incluyen agresiones físicas con armas y vejámenes a embarazadas.
“Hay mucho maltrato a mujeres, he visto disparos en sus pies, les golpean la cabeza con cascos, maltrato verbal. Cuando no hay con qué pagar son 300 soles (75.000 pesos) más de interés. No es fácil, uno sufre mucho”, señaló.
“Siempre suman más (mujeres), porque a medida que llegan nuevas a otras les bajan la deuda. Son unos diablos, a las embarazadas las hacen que aborten. A las que no saben que están embarazadas, ellas tienen el bebé, lo tienen ahí, como para que paguen. Otras no las dejan trabajar”, añadió.
Asimismo, detalla que muchas veces inventan situaciones para seguir subiendo las deudas: “Si les descubren algo raro en el celular, o que dan datos, suben la deuda nuevamente”.
Por otro lado, la involucrada aseveró que han existido casos de mujeres que han logrado escapar de la red de explotación, aunque muchas han terminado muertas.
“Siempre me dio temor, porque sabía lo que me tocaría, bala. Yo no lo hice por mis hijas. Hubo amigas que lograron escaparse, pero las que lo hacen, se mueren”, indicó.
“Han matado amigas mías, injustamente, que tienen hijos. A una de ellas la mataron y quemaron. Sólo le pido a dios que algún día se haga justicia, y tener a mis hijos conmigo”, contó llorando.
Junto con eso, también revela amenazas: “Temo por mi vida. Antes me han amenazado. Por eso nadie sabe nada de mi, nadie sabe donde vivo”.
“Me dicen que me voy a morir. Cosas como ‘Maldita, te vamos a matar’. Yo les decía ‘si me van a matar, que me maten”, siguió.
Sobre el final, la víctima también aseguró que la banda internacional ha arrendado casas de lujo en Perú.
“Son casas lujosas, con jacuzzi, piscina. Uno vive bien, pero está esclavizada, porque lo que se hace es pagar y pagar, es algo eterno”, concluyó.
Hay que señalar que, en Sudamérica, el Tren de Aragua opera en otros países como Brasil, Chile, Ecuador, Colombia y Bolivia. Asimismo, también se ha reportado su ingreso a Estados Unidos.