Con el auge del trabajo remoto impulsado por la pandemia, ha surgido una modalidad laboral conocida coloquialmente como “trabacaciones”. Esto último consiste en mudarse a un lugar de ensueño y teletrabajar desde ahí. Aunque parece la jugada soñada, puede tener su lado adverso.
Imagina tener la oportunidad de mudarte a una playa con clima agradable, rica vida social y buena conectividad, que te permita mezclar la vida laboral y el ocio a la perfección. Podrías trabajar mirando un bello paisaje y respirando aire puro.
Esta tendencia, conocida en inglés como “workations”, busca que puedas “disfrutar” de la vida sin que tu empleo sea un impedimento y predomina entre miembros de la generación Z (20-29 años) y millennials (30-42 años).
De acuerdo a un artículo de The Conversation, “Los lugares susceptibles de ser elegidos para unas trabacaciones deben ofrecer no solo una rica cultura local y paisajes impresionantes sino también la infraestructura necesaria para el trabajo remoto: buenas conexiones a internet, espacios de coworking y, preferiblemente, comunidades de nómadas digitales, pues estas fomentan la colaboración y el networking.“.
Este tipo de entornos, señala la publicación, “pueden ser revitalizantes, mejorando la productividad y la creatividad de los trabajadores”. Además, de este modo, muchas empresas pueden atraer y retener al talento más joven.
No siempre sale bien
Trabajar desde la playa o la montaña suena al escenario ideal, en la práctica puede ser contraproducente para algunos trabajos.
Por un lado, las personas se exponen a la tentación de ceder ante constantes actividades recreativas, afectando su concentración y productividad, y, por otro lado, si no se organizan bien, pueden sentir como que siempre están trabajando, no fijando un límite claro entre los tiempos de ocio y trabajo.
La asesora profesional Luciana Paulise, señala en Forbes que “si bien esta modalidad ofrece flexibilidad, es crucial establecer límites claros para garantizar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Empieza por establecer horarios de trabajo específicos y designar tiempo para la relajación y las actividades personales”.
“Evita tener el trabajo tan disperso que sienta que no hay tiempo libre”, añadió.
Con respecto a las distracciones, en The Conversation explican que “las bondades de los destinos turísticos pueden representar un gran desafío para los nómadas laborales y acabar generando frustraciones y estrés”.
Otro punto es la conectividad, pues la mayoría de los lugares “soñados” no suelen tener la mejor conexión a internet, algo que puede perjudicar no solo el flujo de trabajo, sino que también la comunicación con los colegas y jefes, retrasando entregas y afectando el desempeño del equipo.
Revisa las implicancias legales
Asimismo, si vas a trasladarte de país, debes revisar el marco legal en el que vas a trabajar. “Es necesario considerar las regulaciones y condiciones laborales de dos países diferentes: el país del empleador y el país de residencia temporal”, señala el artículo.
Procura estar al tanto de las visas, permisos y cumplimiento de las leyes locales e internacionales en cuanto al trabajo, pues podrías exponerte a multas y problemas legales.
“Trabajar desde un lugar distinto al de la empresa que le paga su salario puede implicar obligaciones fiscales en distintas jurisdicciones”, explican e TC.
Si bien las trabacaciones son un modelo válido de trabajo, procura planificarte muy bien y realizar todas las gestiones previas para no tener problemas que puedan terminar en una pesadilla.