La estrategia de seguridad del mandatario salvadoreño, sigue dando de qué hablar. Muchos son los políticos que quieren replicarla para llamar al orden, entre estos: está “El Bukele Colombiano”.
Esta vez, se trata de un político que busca aplicar el modelo contra los desordenes en lugares de entretenimiento nocturno, pero que no cumplen con la normativa edilicia. Controlando las prácticas cívicas, pretende llevar paso a paso el orden en su ciudad.
Como era de esperarse, algunos apoyan la iniciativa. Para otros, no se debe cruzar la línea de las políticas que, a su juicio, contravienen los derechos humanos en el país centroamericano.
Por lo anterior, el rechazo a imitar proyectos o normas parecidas a las de Nayib Bukele.
Jaime Beltran: ¿por qué lo apodan “El Bukele Colombiano”?
Pese al apoyo de muchos de sus votantes y al descontento de internautas que no comparten el apodo “El Bukele Colombiano”, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Beltrán, vive satisfecho de los resultados de sus estrategias en la comuna que lidera.
Pero, su apelativo, en referencia al presidente salvadoreño, no es antojadizo, ya que se trata de un pastor evangélico que, según El País, es un declarado “fan de Nayib Bukele”, el presidente salvadoreño que se ha vuelto popular para los latinoamericanos, pero no entre los defensores de los derechos humanos.
Entre las primeras iniciativas de Beltrán, figuró su Plan Candado, el cual prohibe el consumo de psicoactivos, en un rango de 60 metros de parques, centros educativos y zonas históricas.
(Son) “marihuanódromos”, aseguró. “Usted llega a sitios como el parque San Pío y encuentra a más consumidores que niños jugando en el parque”, declaró al medio Semana.
“Estaba invadido de expendedores y consumidores de droga a la vista de niños y familias”, amplió, en enero pasado, a través de su cuenta de X.
“El Bukele Colombiano”: su guerra contra “la rumba” y desordenes callejeros
Jaime Beltrán es el Alcalde de Bucaramanga (capital del departamento de Santander en la zona norte colombiano).
Al jefe edilicio se le ocurrió una estrategia, a partir del modelo salvadoreño que neutralizó por el momento el accionar de maras y pandillas, cuyos integrantes causaban decenas de muertos a diario en la nación centroamericana.
Bukele sacó a las calles a militares y policías invocando un régimen de excepción que ya entró en su tercer año de vigencia, el cual ha bajado las cifras de muertes civiles, pero en algunos casos encarceló a ciudadanos que nada tienen que ver con grupos delictivos por la sola sospecha de integrarlos.
En el caso de Beltran, a quien apodan “El Bukele Colombiano”, su iniciativa dio un primer paso en firme, según medios como Infobae, la cual consiste en un decreto que reduce el horario para las fiestas en centros nocturnos y otras zonas de la capital de Santander, hasta las 2:00 am, todos los días.
La medida, que entró en rigor el pasado 6 de marzo, obedece a desordenes, peleas en plena vía pública y lo que el citado medio describe como caos en las zonas de entretenimiento nocturno de la ciudad.
Cabe mencionar, que lo que le une a Bukele, no se resume sólo a una estrategia de seguridad ciudadana, sino, las críticas al presidente colombiano Gustavo Petro.
Otros municipios se sumaron a la medida con tintes bukelistas
El decreto 0034, como era de esperarse, tuvo sus repercusiones. Las primeras, en el mundo político. Y es que otros alcaldes, como el de Girón, Floridablanca y Piedecuesta, acompañaron la iniciativa.
Varios operativos policiales y militares se llevaron a cabo en distintas zonas de Bucaramanga, liderados por el Secretario del Interior local, coronel (R) Gildardo Rayo, quien supervisó y concluyó con el cierre de dos discotecas en dicha zona.
Hasta la fecha, otros lugares fueron intervenidos, logrando el cierre de casi una decena de establecimientos, entre bares (pub), discotecas y similares.
“Llegamos con la Policía Nacional y el cuerpo de Bomberos de Bucaramanga, a revisar el cumplimiento de requisitos de orden normativo. Identificamos algunos de ellos que no cumplían y se procedimos a hacer lo que nos ordena la ley”, aseguró Rayo.
De lo que se trata, según los responsables de este decreto, es de imponer el orden en los sitios donde operan centros nocturnos, pero que también colindan con zonas habitacionales, con vecinos que no podían descansar debido a la inseguridad que imperaba en la zona, por las riñas, gritos, disparos y más.
“Estamos haciendo todo lo posible por devolver la tranquilidad a la comunidad”, escribió en su cuenta de X, el edil que profesó su admiración por los planes con los que Bukele arremetió contra las maras, pandillas y hasta con civiles que son acusados de serlo, pero no han enfrentado juicio para comprobar lo contrario.