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Influencer fue condenada a prisión: fingió pobreza para vender productos y se volvió millonaria

21 marzo 2024 | 14:50

Liangshan Mengyang inventó una farsa en redes sociales para ganar dinero a costa de sus seguidores. Fingió ser pobre, pero era millonaria.

Medios en China informaron sobre el caso de una influencer llamada Liangshan Mengyang, quien fue condenada a un año de cárcel por el delito de estafa a sus seguidores.

De acuerdo a South China Morning Post, durante 2022 y 2023 Mengyang invtó todo un drama en redes sociales, donde pedía de favor a personas que adquirieran sus productos, de bajo costo, debido a que se encontraba en una precaria situación económica.

En los clip solía aparecer con ropas llenas de suciedad o descocidas. Además de inventar historias que solían convencer a las personas.

Una de ellas indicaba que había tenido que dejar la escuela para cuidar de sus tres hermanos pequeños, añadiendo que sólo se alimentaban de papas y arroz.

Fue así como, al cabo de un tiempo, comenzó a vender productos como frutos secos y semillas denominadas xueyan.

Caso de Liangshan Mengyang

Su fama creció con el tiempo, hasta llegar a los 4 millones de seguidores entre Instagram y otras redes sociales chinas.

No obstante, la farse acabó cuando un grupo de personas la divisó en la ciudad de Chengdu, de donde era originaria.

Ahí se descubrió que sus padres estaban vivos, además ella contaba con una situación económica muy solvente: tenía un auto y una propiedad.

A raíz de las revelaciones la policía abrió una investigación y determinó también que los productos que vendía no eran locales, para posteriormente descubrir que trabajaba para una compañía que creaba personajes falsos para que ganaran fama en internet y vendieran sus productos.

El caso resultó en la detención de otras siete personas, además de Liangshan, que han sido condenadas a penas de entre nueve meses y un año de prisión y al pago de multas de hasta 100.000 yuanes (13 millones de pesos).

En los últimos años China ha incrementado el control de los contenidos que circulan en las redes sociales del país, donde servicios populares en el resto del mundo como Google, Facebook, X o YouTube están bloqueados desde hace años.