Las autoridades chinas ejecutaron a Wu Xieyu, condenado por asesinar a su madre en 2015, en un caso que conmocionó a la opinión pública del país asiático, informaron medios locales.
Wu Xieyu, de 29 años, fue ejecutado esta mañana en la ciudad de Fuzhou, capital de la provincia de Fujian (sureste), después de que el Tribunal Supremo revisara su caso y ratificara la pena capital impuesta por el Tribunal Popular Intermedio de Fuzhou, recogió hoy el diario local The Paper.
El Tribunal Supremo informó en un comunicado que, durante el proceso de revisión, “interrogó al acusado, escuchó a su abogado defensor, examinó las pruebas y garantizó sus derechos legales”.
Según la corte, Wu Xieyu era una persona “pesimista y suicida” que, tras la muerte de su padre, consideró que la vida de su madre, Xie, “había perdido el sentido” y decidió matarla. Para ello, compró por internet una mancuerna para golpearla y, el 10 de julio de 2015, la atacó en la cabeza cuando ella regresaba a casa, causándole la muerte.
Tras el homicidio, logró convencer a varios parientes de que se iría a estudiar al extranjero y de que su madre lo acompañaría, consiguiendo tomar prestados 1,44 millones de yuanes (188 800 euros) de ellos.
Para ocultar su identidad, adquirió ilegalmente diez documentos de identidad diferentes, lo que no evitó su detención en 2019.
Pena de muerte en China
Aparte del cargo de homicidio intencional, fue hallado culpable de fraude y compra de documentos de identidad.
El Tribunal Supremo calificó el crimen de Wu de “extremadamente grave”, “cruel”, “malvado” y “sin remordimiento”, y afirmó que “violó la moral humana” y “dañó la sensibilidad y los sentimientos” de la sociedad.
El caso recibió gran atención mediática en China, en parte debido al excelente expediente académico de Wu Xieyu, que figuró entre los mejores alumnos de su escuela secundaria e incluso consiguió acceder a la Universidad de Pekín, una de las más prestigiosas del país.
Las autoridades chinas no facilitan datos oficiales sobre el número de condenados a muerte, pero en el informe relativo a la pena capital de 2019 elaborado por Amnistía Internacional, la organización apuntó que “se cree que se llevan a cabo miles de ejecuciones en China”.