Los Testigos de Jehová demandaron al Estado neerlandés por “discriminación”, al considerar “injusto” que haya investigado el manejo interno de casos de abusos dentro de esta institución, pero que no se haya hecho lo mismo con otras organizaciones religiosas en Países Bajos.
La demanda tiene sus orígenes en un informe solicitado por el Parlamento y el Gobierno, y publicado por la Universidad de Utrecht en 2020, que demostró que la gestión de los abusos entre los testigos de Jehová se abordaba de forma interna y “traumática para las víctimas”.
La organización considera que el hecho de que solo ellos fueran “objetivo” de investigación y no otros grupos religiosos es “discriminatorio”, aseguró hoy la institución al diario Trouw.
El 60 % de las víctimas de abusos por parte de esta organización desaprueba la forma en la que se habían manejado sus casos por abusos, pero Testigos de Jehová cree que la conclusión del informe no se deriva de hallazgos reales o de “una posición científicamente fundada”, sino de “una opinión de los investigadores” que es “incorrecta y difamatoria”.
Testigos de Jehová acusan “consecuencias negativas”
También denunció estar experimentando “consecuencias adversas” en forma de “muchas acusaciones” como resultado de ese informe, y rechazó la caracterización de la organización como “una comunidad cerrada” que hace difícil presentar denuncias internas o ante la policía, consigna EFE.
No es habitual que una organización religiosa demande al Estado en Países Bajos, aunque desde un punto de vista internacional, los Testigos de Jehová -que tienen unos 30.000 miembros en la filial neerlandesa- han litigado mucho en Europa, a veces con éxito, contra lo que consideran interferencias de los gobiernos.
Su acusación contra el Estado neerlandés no es pública y es difícil saber si la demanda tiene posibilidades de éxito, pero la sesión sustantiva del caso ya ha tenido lugar, a puerta cerrada, y el fallo se conocerá el próximo miércoles, según confirmó un portavoz del tribunal del distrito de La Haya.
Raymond Hintjes, presidente de la fundación que representa a las víctimas (Reclaimed Voices), lamentó que “esta demanda socava la compasión que Testigos de Jehová afirma tener hacia las víctimas de abusos, incluso pueden considerarse que esta medida es aún más amenazante”.
La organización religiosa también trató de frenar la investigación original, pero sin éxito. Los investigadores recibieron 751 denuncias de abusos, desde incesto hasta violación, de las cuales 292 fueron realizadas por las propias víctimas. Sólo el 27 % de los casos habían sido remitidos a la policía o la fiscalía neerlandesa.