Tras el pago de una millonaria suma, la corte dio a conocer el audio donde la mujer se comunica con su víctima.
Alissa McCommon es una maestra de enseñanza básica. No llega a los 40 años aún, pero su prontuario es complejo, incluyendo acusaciones de agresiones sexual a menores de edad, según las autoridades estadounidenses.
La mujer, quien se supone debe enseñar a los niños mediante técnicas creativas para su aprendizaje, sacó lecciones del mundo de los videojuegos para tener acceso a sus blancos de ataque.
Con su reciente arresto, la familia de su víctima creyó que, en parte, el dilema que ocasionó, encaminaba a resolverse. Todo lo contrario. Esta mujer tomó su segunda oportunidad para reafirmar el afán contra el preadolescente.
Ni el dinero que le costó recobrar la libertad, ni la orden de restricción contra la víctima, fueron tomados en cuenta por McCommon para volver al acecho, según la noticia publicada por medios como FoxNews, en la región sur de Estados Unidos.
El modus operandi de una maestra de básica
El historial de Alissa McCommon, según las investigaciones, reviste toda una planificación y estudio de sus víctimas.
La maestra de cuarto grado básico en una escuela del Condado de Tipton, Tennessee, pasaba inadvertida en las jornadas diurnas, haciendo su trabajo. Sin embargo, al llegar a casa, contactaba a menores de edad por medio de una afición de preadolescentes y adolescentes.
Según la policía local, la mujer de 38 años, y madre de dos hijos, ingresaba a portales de juego para contactar a blancos de ataque para “comunicarse de manera inapropiada con exalumnos”.
Aprovechaba el gusto de esto por los videojuegos en línea. Además, usaba aplicaciones de redes sociales, donde les envió “fotografías inapropiadas” e invitó a tener “relaciones sexuales con las víctimas”.
La presunta víctima de Alissa McCommon que la llevó a prisión
Un niño de 12 años figuraba en la lista de la maestra de básica, que aprovechó la predilección por los videojuegos que tenían sus potenciales víctimas.
El preadolescente cumplía con las características de los que Alissa McCommon acechaba, según la policía de Tennessee. Fue así que, una noche, estuvo en la casa de la docente. No está claro si tenía una relación de amistad con los hijos de la victimaria o simplemente sucumbió a la invitación que ésta le hizo.
En su relato, el menor de edad indicó que despertó con McCommon sobre él, sin poder detener el abuso sexual. Los hechos tuvieron lugar en 2021. Sin embargo, lo ocurrido lo pudo verbalizar casi dos años después.
La policía fue alertada del contacto sexual, por medio del Departamento de Servicios Infantiles (DCS). De esa forma, se perpetró su arresto, en agosto pasado, en su vivienda en el Condado de Tipton, donde la mujer vivía con sus dos hijos.
La investigación estuvo activa semanas antes de la aprehensión, ya que el director de la escuela para la que Alissa trabajaba, la separó de su cargo. Las autoridades, en tanto, aseguraron que no hay indicios de que esta haya violado a estudiantes en terreno escolar.
En su cuenta de Instagram, las personas ya dejan sentir su rechazo a su conducta sexual con menores de edad.
Una fianza, una amenaza y una noticia: “Estoy embarazada”
Alissa McCommon fue encarcelada, acusada de violar a un niño de 12 años, aprovechando que este dormía en su casa. Sin embargo, en el marco de la investigación, le dieron la posibilidad de salir bajo fianza.
Antes de aprovechar la medida sustitutiva, la mujer admitió que se había comunicado por redes sociales con varios adolescentes, mostrándoles fotografías suyas de connotación sexual e invitándolos a sostener encuentros.
Pese a semejante declaración, salió libre, pagando la suma de 25 mil dólares (casi 23 millones de pesos chilenos). Todo parecía indicar que con la orden de restricción en favor de su víctima, continuaría su proceso judicial en libertad y sin el mínimo contacto.
Sin embargo, la mujer usó el mismo modus operandi: contactó a su víctima a la que le hizo una llamada telefónica, se aseguró de que estuviera solo y le contó una historia chocante.
“No volverás a saber de mí, no volveré a contactarte, pero quiero que sepas que estoy embarazada”, se escucha a McCommon decirle al adolescente.
El contacto no sólo fue por llamada. También envió mensajes de texto entre los que había una una clara amenaza contra su víctima, por haberla mandado a prisión. “Te arrepentirás de haber hecho esto”, es una de las frases que figura en el comunicado policial y las nuevas pruebas en su contra.
Su experiencia en la carcel, no obstante, estaba próxima a repetirse, sin las concesiones antes vistas.
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Alissa McCommon de vuelta a la cárcel: investigan si tuvo acceso a otras víctimas
A finales de septiembre pasado, y a pocas semanas de su libertad bajo fianza, la maestra de 38 años, madre de dos hijos, y presunta agresora sexual, fue llevada a la cárcel de Tipton.
Esta vez, las autoridades locales enmendaron su error. Su encierro no tiene posibilidad de revertirse pagando suma alguna. En la corte, hicieron correr la grabación de la llamada en la que Alissa asegura a su víctima de violación que está embarazada. La corte ordenó que le hicieran una evaluación psiquiátrica.
Tras descartar el embarazo, las autoridades aseguraron que la investigación se enfila en identificar otras posibles víctimas, mientras la exmaestra estuvo en libertad.
“Debido a la naturaleza de las comunicaciones, nos preocupa que se haya contactado a otras personas. Continuamos trabajando estrechamente con la Oficina del Fiscal de Distrito en cuanto a la revocación de la fianza de McCommon, así como los cargos adicionales que continúan desarrollándose”, aseguró la jefa de policía de Covington, Donna Turner.
La misma uniformada declaró que lo que descubrieron, mientras McCommon tuvo semanas de libertad condicional, fue “espantoso”. Su forma de operar tuvo lugar aprovechando la soledad de niños y adolescentes inmersos en el mundo de los videojuegos en línea o las redes sociales, algo que debe ser tomado en cuenta por padres o tutores de hogar, para mantener a salvo a los menores de edad.