Este lunes se dio a conocer que la enfermera británica Lucy Letby fue condenada a cadena perpetua por haber asesinado a siete bebés recién nacidos.
De acuerdo a lo expuesto por la agencia EFE, la mujer se negó a comparecer esta jornada ante el tribunal para escuchar los relatos de los padres de los niños y el dictamen del magistrado, después de que el viernes fuera declarada culpable de los asesinatos.
En un mensaje dirigido directamente a la enfermera, el juez dijo: “Ahora tiene 33 años… Tengo que determinar si la gravedad de los delitos es lo suficientemente alta como para que no deba hacer un período mínimo. Son delitos de una gravedad muy excepcional”.
“Esta fue una campaña cruel, calculada y cínica de asesinato de niños que involucraba a los niños más pequeños y vulnerables”, agregó.
“Hubo una profunda malevolencia que bordeaba el sadismo… no tienes remordimientos… no hay factores atenuantes”, concluyó.
Una de las pruebas entregadas por Fiscalía tiene relación a dichos que la mujer expuso en unas notas que escribió en su casa.
Dichos de Lucy Letby
Su intención habría sido clara, ya que desde un inicio reconoció los crímenes y qué la llevó a cometerlos.
“No merezco vivir. Los maté a propósito porque no soy lo suficientemente buena para cuidarlos. Soy una persona horriblemente mala”, detalló en una misiva.
“Soy malvada, yo hice esto”, añadió en ese mismo momento.
Hay que señalar que los asesinatos ocurrieron entre junio de 2015 y junio de 2016, cuando hubo varias muertes por causas inexplicables de recién nacidos en el hospital Condesa de Chester.
Letby trabajó como estudiante en prácticas en el centro público durante tres años, antes de terminar sus estudios en la universidad local y especializarse como enfermera infantil.