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Una de ellas trabaja en un jardín infantil y las otras en enseñanza básica. “Nuestra vida privada es solo nuestra”, dijeron, ante las críticas recibidas.
La situación económica en Argentina obliga a los vecinos trasandinos reinventarse estrategias para llegar a fin de mes. Eso, es lo que han hecho las tres docentes que se hacen llamar “Las 3 M”.
Micaela, Miguelina y Melina, tocaron fondo, pero salieron a flote con una polémica decisión: vender contenido erótico.
Detrás de su emprendimiento o “Pyme”, como ellas lo consideran, hay situaciones de peso, en el relato que concedieron dos de ellas al medio Clarín. Una tercera se excusó de hablar, pero no de seguir el acuerdo tripartito para salir adelante en una nación de bajos salarios y altos desafíos de vida.
Prefieren que su historia, antes de ser prejuzgada, sea conocida en su país y más allá de este.
Cómo surgieron “Las 3 M”
Antes de entrar en los detalles del porqué de una decisión tan abrupta, como polémica, es necesario conocer un poco de las tres docentes que se hacen llamar “Las 3 M”, cuando enseñan fuera del aula.
Se trata de Micaela A., Miguelina F. y Melina S. Una de ellas es profesora de un jardín infantil y las otras dos de primaria y secundaria.
Mientras Micaela, de 26 años y madre de un niño de 2, decidió no dar declaraciones, sus otras dos colegas contaron detalles de qué las llevó a vender contenido erótico en la web, en contraste con su labor docente en sus respectivos centros educativos de Buenos Aires.
Una dijo estar “desesperada” ante los bajos salarios que recibe la docencia argentina en general. Su Pyme les permite “llegar a fin de mes” y complementar para pagar los gastos en su hogar.
“No lo hacemos por gusto, la verdad no nos copa (entusiasma), pero usar nuestros cuerpos es el emprendimiento más rápido, eficaz y barato. No hay mucha inversión”, le dijeron a Clarín.
Melina, de 26 años y Miguelina, cercana a los 30, confirmaron que en el caso de su compañera Micaela, el salario que recibe es de 160 mil pesos argentinos, el equivalente a 545.000 pesos chilenos (al cambio reciente).
En tanto, el medio A24 aseguró que Miguelina, con experiencia de 9 años en la docencia primaria, se encuentra con licencia médica, ya que presenta una afección en las cuerdas vocales.
Esta profesora es reconocida por su atractivo físico, lo que la ha llevado a tener algunos problemas, debido a malos entendidos, con padres y madres de familia del colegio para el que trabaja.
Las plataformas donde ofrecen su contenido erótico
Cuando el contenido docente se agota en sus jornadas lectivas, “Las 3 M” acuden a las redes sociales y otras plataformas digitales, para ofrecer otro de tipo erótico.
En el caso de Miguelina, utiliza dos perfiles de Instagram, uno de ellos para promover su Pyme de imágenes con erotismo. En tanto, Melina, prefirió OnlyFans.
Para poder medir al “mercado”, comenzaron publicando fotos con poca ropa en sus respectivas redes sociales, a lo que muchos respondieron pidiéndoles más imagenes como esas. Supieron entonces que tenían posibilidades en un rubro muy distinto al que se movían a diario como profesionales de la docencia.
A Miguelina, por ejemplo, la reconocen como “La maestra hot”, cosa que no parece disgustarle, al menos, no tanto como los bajos salarios que ella y el resto de profesores en la Argentina ostentan y los obligan a buscar formas de reinventarse par cubrir todos los gastos mensuales.
“Las 3 M” y el desafío de no sólo llegar a fin de mes
Para las docentes argentinas que venden contenido erótico, por hoy dejar el trabajo en las aulas no es una opción, pese a las presiones que han enfrentado desde que dieron la entrevista a los medios argentinos antes citados en esta nota.
“Nuestra vida privada es solo nuestra y fuera del colegio somos seres humanos que tenemos cuestiones personales”, aseguró Melina, en medio de los cuestionamientos que surgieron en las mismas redes sociales donde otras personas les piden más y más contenido erótico a “Las 3 M”.
Por ejemplo, en la publicación de Instagram de Clarín referente a las 3 profesoras, varias personas las criticaron por su emprendimiento erótico, asegurándoles que hay otros caminos para seguir adelante.
“Yo estoy haciendo pastas caseras.. es lo que sé hacer mejor… soy de otra generación”, le aseguró una de las usuarias de dicha red social.
Dado que las docentes manifestaron que no es de su gusto generar este tipo de contenidos, otra mujer les aseguró: “Sí les gusta, es como cualquier otro trabajo. Si no les gusta busque otra cosa. Simple. Todos cobramos dos mangos”.
Algunos usuarios -hombres- las instaron a buscar un trabajo complementario de limpiar casas. Sin embargo, otras personas opinaron sobre los precarios sueldos del sistema educativo argentino.
“Vergüenza es que a un docente no le alcance el sueldo para vivir”, aseguró Guillermina Metzner.
Por su parte, “Las 3 M” parecen decididas a continuar con su Pyme, claro está, sin perder la esencia que las caracteriza como profesoras rigurosas a la hora de impartir contenidos en el aula.
