Según Cian O’Clery, director y cocreador de “Love on the Spectrum”, una serie australiana de telerrealidad sobre cómo pueden ser las citas para los adultos con autismo, la imagen que tenemos de lo que significa ser autista viene determinada principalmente por los medios de comunicación, .
“La gente puede haber visto Rain Man y pensar que las personas en el espectro pueden contar cartas, o puede haber visto The Big Bang Theory y pensar que son como Sheldon”, dice Cian a DW.
Pero no todos los autistas son iguales. El trastorno del espectro autista afecta a las personas de distintas maneras y pueden tener diversos síntomas como en la comunicación social, dificultades de aprendizaje y/o hipersensibilidad a los estímulos sensoriales.
“Todavía existe la idea errónea de que el autismo tiene ‘un aspecto’. En un hospital, un asesor me dijo que no parecía autista. ¿Qué esperaban ver?”, comenta Emily, ilustradora residente en Reino Unido y presentadora del podcast 21andsensory. A Emily le diagnosticaron autismo en 2019.
La definición de autismo ha cambiado constantemente desde que se describió por primera vez hace ochenta años. De hecho, incluso los actuales criterios internacionales de diagnóstico del autismo podrían estar excluyendo a algunas personas del espectro. Como mínimo, introducen ambigüedad en lo que significa ser autista.
La idea del “superhombre” autista es anticuada e inexacta
El personaje de Dustin Hoffman en “Rain Man” puede memorizar los números de una guía telefónica en cuestión de segundos, calcular ecuaciones complejas y ganar fácilmente al blackjack contando cartas.
Al igual que Rain Man, los personajes autistas de los medios de comunicación populares suelen ser víctimas de la imagen de “sabios”, personas con capacidades intelectuales extremas y talentos especiales.
“Una gran idea equivocada es que somos intelectualmente superiores. Se espera que yo sea buena con los números, cuando en realidad soy disléxica y tengo discalculia y soy pésima para las matemáticas”, agrega Emily.
Las investigaciones demuestran que alrededor del 10% de los autistas presentan capacidades cognitivas excepcionales, y algunos estudios reducen esta cifra a menos del 1%.
Entonces, ¿por qué persiste el cliché de Hollywood del “autista sabio”?
Según el Dr. Theodoto Ressa, profesor adjunto de educación especial en la Wayne State University, los productores intentan complacer al público al que se dirigen los programas y películas populares con personajes autistas.
“Para que los medios de comunicación capten el interés de los espectadores neurotípicos, deben hacer que algunas de las películas les resulten agradables. Ahora se hace demasiado hincapié en los sabios y en las ‘cualidades sobrehumanas’. Ahí es donde está el peligro”, dice Theodoto a DW.
Un estudio de 23 películas de Hollywood demostró que los personajes autistas en pantalla se utilizan a menudo como herramienta de entretenimiento sin tener en cuenta la necesidad de representar con precisión a esas personas.
“Ser realista y holístico en la representación es fundamental:
evita perpetuar una noción sobre las personas con autismo”, afirma Theodoto.
Podemos hacerlo aún mejor para entender el autismo
Una mejor representación de los autistas en la pantalla significa más contenido hecho por y para personas con autismo. Para Emily, esto significa más series con actores autistas que representen a personajes del espectro dirigidas a un público más joven.
Una representación precisa no sólo beneficiaría al público autista para que se sintiera incluido, sino que también ayudaría a la gente a comprender los retos a los que a menudo se enfrentan las personas con autismo.
“Sería bueno que la gente pudiera ponerse en la piel de los autistas y darse cuenta de lo abrumador que puede ser incluso un lugar tan sencillo como un aula”, concluye Emily.