Cuando el hombre regresó de trabajar, y se enteró de lo sucedido a su pequeña hija, sintió que su vista se nublaba. La ira lo hizo actuar hasta las últimas consecuencias.
Era una jornada normal en la que nadie imaginaba la pandemia. Una familia tampoco intuía el abuso sexual a uno de sus miembros. Un padre apuñaló al violador de su hija, desatándose en su vida un calvario, tal como lo describiría tiempo después.
A inicios de este mes un jurado popular de Bahía Blanca, ciudad puerto de la provincia de Buenos Aires, falló en torno a un suceso que sacudió a la opinión pública de la vecina trasandina. Sus integrantes tomaron en cuenta los antecedentes que se desprenden de lo que describen como una “Emoción violenta”.
Lo que vivió Fernando Matías Vila, pudo contarlo al medio local Brújula 24, entrevista que fue retomada por medios como Clarín y La Voz.
Todo tiene que ver con una serie de hechos desconcertantes. Una cadena alimentada por el dolor y la ira, tras un relato inocente, ante la vulneración causada por un hombre que pagaría el precio.
La agresión sexual a una niña de 5 años
El 20 de octubre de 2019, un padre de familia retornó temprano de sus labores para compartir con su familia.
“Ese día llegué a las 3 de la tarde a casa. Trabajaba en el Polo Petroquímico de una empresa. Era un día normal. Estuve con las nenas y mi señora”, aseguró Fernando Matías Vila, quien esa misma jornada sería identificado como el hombre que apuñaló al violador de su hija.
Y es que, todo bien, hasta que su hija de 5 años fue al baño. Su madre estaba con ella cuando la escuchó quejarse de dolor. De ahí, asomó la tragedia.
“Se hizo de noche, comimos y mi nena fue al baño, que aún estaba en el fondo porque todavía estábamos construyendo. Mi señora la acompañó y la nena insistía con que le dolía un pecho. Mi mujer le empezó a preguntar por qué, si se había golpeado o algo. Hasta que empezó a contarle”, narró.
La menor de edad relató cómo José Dagoberto López Uribe, de 66 años, la ultrajó cuando vivían en el mismo inmueble del sujeto, quien les arrendaba una pieza. Poco antes, se cambiaron de lugar sin sospechar lo que le había hecho a la niña.
“Nosotros vivíamos en el departamento de atrás de esta persona. Estuvimos dos años en ese lugar. Ella le contó que cuando estábamos ahí en varias ocasiones la había tocado, le metía la mano en la ropa interior y esas cosas”, aseguró Vila.
En cuestión de minutos, el hombre actuó cegado por la ira.
Apuñaló a violador de su hija de 5 años: “Lo encaré y lo maté”
Cuando la madre de la niña de 5 años escuchó lo que le habían hecho, corrió hacia su esposo y llorando le contó todo.
“Se me nubló la vista, nunca pensé que me iba a mandar algo así. Agarré la moto que tenía en ese entonces y me fui a la casa del tipo a unas 30 cuadras. Y pasó lo que pasó”, aseguró Vila.
Antes de subirse a su motocicleta, tomó un cuchillo que estaba a su alcance y partió a la casa del agresor. Ese detalle no lo tiene tan presente como de lo que sí hizo con el violador de su hija.
“Sinceramente no me acuerdo mucho. Bajé de la moto, lo encaré y lo maté”, señaló.
Sin embargo, eso lo supo hasta tiempo después de apuñalar a López Uribe en al menos 6 ocasiones. Según Vila, lo había dejado herido. Partió hacia su casa y le contó todo a su pareja.
“De los nervios que tenía la abracé a mi esposa, no podía hablar y me temblaba el cuerpo. Nunca me había pasado una situación así. Ella trataba de tranquilizarme y le dije que fuéramos a la policía, pero no pensé que estaba muerto. Imaginé que lo había lastimado”, relató.
Un padre que apuñaló al violador de su hija, se entregó a autoridades
En la mente de Fernando Matías Vila no habían planes de huir. Luego de enterar y llorar con su esposa, se dirigió a una comisaría de Bahía Blanca para entregarse a las autoridades.
Al identificarse ante los oficiales como el hombre que apuñaló al abusador de su hija de 5 años, estos quedaron sorprendidos.
“Me metieron en una oficina y fueron a la dirección que yo les pasé (El Resero al 300). Me acordé porque viví dos años ahí. Cuando volvieron me trasladaron al calabozo y uno de los policías me dijo que ya estaba muerto”, recordó.
Pasaron los días y con su crimen a cuestas fue traslado a un penal bonaerense, a la espera de un juicio en su contra por el asesinato de José Dagoberto López Uribe.
Con 29 años, en ese entonces, le dijo a su pequeña hija que laboraba lejos de casa y que por lo pronto no podía volver, porque necesitaba garantizar el sustento de la familia.
“Hasta hace poco no sabía que estuve preso. Ella pensaba que yo estaba trabajando en el penal”, aseguró Vila.
De el presidio, a la decisión de un jurado popular
Luego de pasar varios meses en prisión, Fernando Matías Vila por fin vio la luz -literal- en su proceso judicial.
No era nada fácil salir de lo nublado del mismo, ya que la fiscalía de Bahía Blanca lo acusó de homicidio simple, delito que castiga con una pena de entre 8 y 25 años de prisión.
Sin embargo, su defensa se basó en el hecho de que el impactante relato del abuso sexual del que fue objeto una niña de 5 años, dio paso a un fallo en la racionalidad de Vila, convirtiéndolo en el hombre que apuñaló al violador de su hija.
En el Tribunal Oral en lo Criminal de Bahía Blanca, a cargo del juez Eugenio Casas, el debate del jurado compuesto por ciudadanos comunes, dio crédito a los alegatos de los defensores, resolviendo que el imputado actuó con una emoción violenta. Lo condenó a una pena menor a 3 años. Sin embargo, no irá a prisión por tratarse de dicho tiempo.
Para Vila se trata de una victoria agridulce, tomando en cuenta el suceso que marcó a su hija.
“Todavía sigue mal, no va a los cumpleaños y no se junta con los chicos del barrio. Teníamos una psicóloga que la veía, pero no pudimos seguir dándole esa asistencia, por mi tema laboral”, afirmó.
Con el juicio que debió enfrentar, perdió su trabajo y la posibilidad de insertarse prontamente en un nuevo puesto. Por el momento, se desempeña en trabajos ocasionales de albañilería, pero su futuro aún está en construcción, por razones emocionales.
“Me arrepiento de lo que hice, porque si no hubiera ido directamente a la casa no me hubiera pasado todo esto. Hace 3 años que vengo viviendo un calvario. Perdí mi trabajo, no me pudieron tomar más porque estaba todo esto en suspenso”, comentó.