El “tirador anónimo”, así lo llaman en los medios de comunicación trasandinos. Los hechos tienen intrigada a una sociedad desde que se suscitaron con un saldo fatal a considerar y una mano que se tomó la justicia por su cuenta, apretando el gatillo con precisión.
Ocurrió el pasado 4 de agosto, en Quilmes (al sudeste del Gran Buenos Aires), cuando dos adolescentes de 15 años y otro joven de 20, cayeron abatidos tras recibir disparos certeros. Uno de los más jóvenes falleció.
¿Quienes eran las víctimas en ese momento? Nadie lo sabía. Lo que vino después, fue una ráfaga de preguntas sin respuestas.
Las autoridades, por su parte, mantienen una investigación activa, pero hasta hoy sin mayores alcances, como el que tuvo el tirador misterioso.
La madrugada de una asalto frustrado
Medios como www.tiempo.com.ar informan los pormenores desde que la noticia corrió como reguero de pólvora.
A las 4:15 am del primer jueves de agosto, la policía local recibió un llamado de auxilio. Una joven salió de su casa para ir a trabajar y fue víctima de un intento de robo en calle Andrés Baranda, a pocos metros de su vivienda.
Los testigos aseguran que fue interceptada por 3 hombres a bordo de una motocicleta. La mujer puso resistencia al ver que le arrebataban su bolso. Uno de los sujetos sacó su arma e hizo un disparo al aire para intimidar a su víctima. Acto seguido, huyeron de la zona pero sin el botín.
Pasaron 10 minutos cuando otra llamada a la sede policial daba cuenta de dos personas con impactos de bala, a 12 cuadras del atraco frustrado en la localidad quilmeña. Una motocicleta también estaba en la escena, tirada en medio de la calle.
Un tercero escapó herido con dificultades, según las cámaras revisadas posteriormente.
¿Quién hirió a los ocupantes del vehículo? Ahí nació el dilema.
El “tirador anónimo” que no dejó rastro
Los dos adolescentes encontrados en la escena fueron traslados a un hospital cercano. Uno de ellos, Agustín Guillet, murió poco después producto de las lesiones de bala en el abdomen. El otro joven quedó internado en cuidados intensivos debido a la gravedad de sus heridas.
La policía prosiguió con la revisión de las cámaras de seguridad tratando de determinar, ¿quién fue el autor de los disparos?
En tanto, descubrieron que la motocicleta en la escena del tiroteo había sido robada esa misma madrugada en una localidad cercana a los hechos.
Todo apuntó a que los heridos de bala eran los mismos asaltantes que intimidaron poco antes a una joven trabajadora.
Las pruebas balísticas concluyeron que los disparos fueron hechos cuando el vehículo iba en marcha.
“La moto perdió estabilidad porque le habían pegado un proyectil de nueve milímetros, el mismo calibre de un proyectil que a Guillet le encontraron en su cuerpo durante la autopsia”, según la fuente citada en el medio argentino Tiempo.
Las cámaras de seguridad no revelaron pistas del “tirador anónimo”. Los registros muestran únicamente cuando los adolescentes heridos de bala ya estaban en el suelo y el otro huía del lugar de los acontecimientos. Caminaba, sosteniéndose en las paredes.
La captura del herido que huyó del “tirador anónimo”
Nazareno Juan Cruz Mejías, de 20 años, llegó herido hasta la Primera Comisaría de Quilmes, minutos después de que 2 adolescentes cayeron de una motocicleta, tras ser atacados con arma de fuego.
El hombre aseguró que un sujeto en una bicicleta quiso asaltarlo y le disparó. Sin embargo, con los dos sucesos (el asalto y posterior tiroteo), la policía no creyó en su versión.
Pasaron pocos minutos para saber que se trataba de alias “Convulsión” y lo detuvieron. El hombre es un conocido lugareño acusado del asesinato de Lucas Cancino, de 17 años, ocurrido el año pasado en Quilmes, cuando iba al colegio e intentaron asaltarlo. Meses después, Mejías fue sobreseído de dicha causa.
Un video del portal A24, muestra a “Convulsión” en la comisaría, hablando del supuesto asalto que sufrió, sin saber que ya estaba plenamente identificado por la agente que lo atiende. “Tengo un tiro en el cuello”, dijo.
Una voz, que se presume es la de la madre del sujeto, asegura: “Está buscado por el hecho”, en referencia al robo y tiroteo del mismo día. Según otros medios argentinos como Crónica, que entrevistaron a la mujer, ella misma lo entregó a las autoridades.
Este tercer implicado en el asalto y herido por el “tirador anónimo”, se negó a declarar por su presunta participación en el atraco frustrado contra una joven la madrugada del 4 de agosto. Sin embargo, quedó acusado formalmente por “robo calificado con el uso de armas, en poblado y en banda”.
La sospechas de quien puede ser el “tirador anónimo”
A más de una semana de la aparición del “tirador anónimo” de Quilmes, el medio trasandino Clarín también le dio seguimiento al caso. El pasado miércoles 10 de agosto, informó de una hipótesis de la identidad de este.
Y es que se trataría de un exmiembro de la Policía, a juzgar por la precisión de los disparos con arma de 9 milímetros, lo “limpia” que quedó la escena, en la que no se encontraron casquillos, más que el impacto de bala en la motocicleta, y porque no dejó rastro en las cámaras de seguridad en la zona entre San Martín y Moreno.
Los vecinos de dicho sector lo llaman, entre otros calificativos, “tirador justiciero” y hasta creen que antes hizo justicia por su propia mano contra otros delincuentes.
“Hay casos de ladrones muertos que quedaron en la nada, nunca se supo quién los asesinó”, cita dicho medio a una vecina quilmeña.
No es casualidad el tipo de declaración, ya que la expectativa por el suceso crece con los días en el vecino país, sin que la policía entregue mayores detalles, ya que su teoría más fuerte es que el tirador es un hombre que iba en una bicicleta al que intentaron asaltar, y sacó su arma de fuego para repeler a los delincuentes. Sin embargo, tampoco hay pruebas de esa hipótesis.
En tanto, medios argentinos como A24 publicaron un video de Quilmes, asegurando que un joven disparó al aire para despedir al adolescente muerto, a manos del “tirador anónimo”.