Jean Carlos Sosa, tenía sólo 26 años. El venezolano que sufrió secuestro en Caracas, la capital venezolana, huyó a Argentina y acabó asesinado, no sin antes temer por el auge de la delincuencia en la ciudad a la que arribó en 2017. Se trata de un robo de auto que terminó en tragedia para una familia.
Sosa llegó a Mendoza hace 5 años con la esperanza de salir adelante, pero también del riesgo delincuencial.
Su esposa y su pequeño hijo de dos años, nacido en territorio argentino, conformaban una joven y trabajadora familia que se instaló entre los mendocinos a punta de esfuerzo. Jean Carlos había sido garzón y, poco a poco, fue reuniendo dinero para emprender, montando un negocio, según publicó la cadena trasandina TN.
Sin embargo, al venezolano que sufrió un secuestro en Caracas, ya le preocupaba el alza de robos en su ciudad de adopción. A inicios de marzo, sus temores se materializaron, dejando a una familia desmembrada y a una comunidad pidiendo justicia.
Huyó a Argentina y acabó asesinado en robo de auto
A las 21:30 del pasado 2 de marzo, Jean Carlos Sosa, su esposa y su bebé de dos años, bajaron del Ford Focus blanco que el venezolano compró con esfuerzo.
Mientras la madre de su hijo llevaba al menor adentro de la casa, Sosa se quedó acomodando una moto dentro de su garage. Pretendía hacer espacio para guardar su auto.
Al mirar hacia afuera, en la entrada de la casa, 3 sujetos estaban por llevarse su auto. Era un robo en progreso y la víctima intentó detenerlo. Se colgó de la ventana del auto, tratando de evitar que se lo llevaran. Fue cuando uno de los sujetos sacó su arma y le disparó en el pecho.
Los hombres se llevaron el vehículo. Sosa quedó tendido en el piso. Su esposa escuchó la detonación y salió a la calle. El padre de su hijo yacía en el suelo, con un impacto de bala y al borde de la muerte.
La ambulancia que llegó a pedido desesperado de la esposa de la víctima (también venezolana), pero en un hospital mendocino lo declararon muerto el jueves 3 de marzo. El venezolano que sufrió un secuestro en su país y huyó a Argentina, acabó asesinado en un robo.
Desde que se supo la noticia de su asesinato, una comunidad alzó la voz, pidiendo justicia y el control para frenar la delincuencia.
Una joven viuda, quedó destrozada por los acontecimientos, dedicando sentidos mensajes a un esposo al que le agradece, en su ausencia, lo ejemplar que fue en vida.
“A todos los amigos que estuvieron siempre para Jean Carlos, ayer 2 de marzo lo asesinaron para robarle su auto. Yo solo pido fuerzas para vivir sin ti, para pasar este dolor tan grande”. Así lo informaba su esposa, Anarelys Carrillo, por redes sociales.
La captura de los presuntos asesinos de Jean Carlos
A menos de una semana del asesinato, las autoridades en Mendoza confirmaron la captura de 2 sujetos, entre los que resalta uno de 25 años, alias “Gordo”, quien tiene un prontuario delictivo grande.
El sujeto fue liberado en octubre pasado, tras ser procesado por “abuso sexual gravemente ultrajante”. Es quien la fiscalía ha identificado como el autor material del homicidio de Jean Carlos Sosa, tras dispararle en el pecho.
Alias “Maxi”, de 23 años, también figura entre los detenidos, mientras que se busca al tercer implicado (alias “Huevo”) en los hechos. Las cámaras de seguridad en la zona han sido determinantes en este caso que generó protestas en el centro de Mendoza, dado que los vecinos piden justicia para un hombre trabajador. Un venezolano que sufrió un secuestro en Caracas, huyó a Argentina y acabó asesinado en robo de auto.
“Era un pibe genial. Tenía un nene de 2 añitos. Me contó que había sufrido secuestros en Venezuela. Viene acá y mirá cómo termina”, aseguró Francisco, quien fue identificado como amigo de la víctima.
“¿Y ahora cómo voy a seguir sin ti? Enséñame a guerrear con Santi sola. Enséñame cómo se vive con este vacío en el alma”, escribió la mujer. Y concluyó: “Siempre serás el amor de mi vida y mi mejor amigo. Gracias por dejarme lo mejor de ti y un hijo maravilloso”, dedicó la esposa del joven asesinado, un sentido mensaje en redes sociales, mientras aguarda porque se haga justicia.