La violaban en el auto que estacionaron a plena luz del día. La joven argentina no tenía fuerzas ni para gritar. Los vecinos las rescataron con un palo de escoba. La manada de Palermo ahora enfrenta una dura condena por sus acciones.
La manada en Palermo ya es internacionalmente conocida. Obviamente no es hazaña lo que la precede, sino, un brutal crimen contra una joven argentina. La violaban en un auto y, al percatarse, los vecinos la rescataron usando hasta un palo de escoba. No obstante, ya es recordada como una jornada negra en uno de los barrios más famosos y bohemios de Buenos Aires.
Los acontecimientos han sido revelados en detalles que poco a poco saltan a la luz, en medios como El País. Desde España, han recogido los testimonios de las personas que intervinieron para arrebatar de una posible muerte a una víctima de un grupo que estaba fuera de control.
No hace muchas semanas salía a la luz otro caso que conmocionó a la sociedad trasandina y más allá. La de una joven madre de 3 niños, violada por su padrastro desde los 14 años. Es el padre de los infantes. Ahora, mediante un juicio exprés, ha sido condenado a 10 años de prisión.
No pasaría mucho tiempo para un nuevo remecida social, por otro caso de violación, pero que esta vez incluiría a una manada, como la de España. El grupo de 5 sujetos condenados por la agresión sexual a una joven de 18 años, aprovechando el bullicio del encierro de San Fermín en julio del 2016.
La manada de Palermo: la violación grupal en un auto
El pasado 28 de febrero, era “lunes de carnaval”. El barrio bonaerense estaba más transitado que nunca. Horas antes, durante la madrugada, ocurría el preámbulo para que la manada en Palermo actuara, con consecuencias inmediatas.
Los testimonios que a estas alturas se recogen, dan una idea del suceso que tiene a los vecinos indignados, tristes e incluso recuperándose de la agresión física. Qué decir de la principal víctima.
Todo comenzó la madrugada del fin de febrero, cuando 6 sujetos llegaron a la discoteca Espacio Ro. Estacionaron a unos escasos metros del lugar el vehículo Volkswagen blanco en el que se transportaban.
Cerca de las cuatro de la madrugada, ingresaron en el lugar donde conocieron a una joven mujer (de 20 años), con la que conversaron para luego salir del sitio, según sospechas de los investigadores a cargo.
Pasaron varias horas de esa junta. Poco después del medio día del lunes, se detuvieron a comprar cerveza en un kiosco. Un empleado le permitió usar el baño a la joven. De hecho, lo hicieron declarar durante 4 horas. Una cámara de seguridad da cuenta de cómo uno de los sujetos la lleva sostenida a eso de las 12:29 en pleno día.
“Estuvieron acá cerca de una hora. Vinieron a las 13.10 y los terminé echando como a las 14.00 porque me rompieron una de las mesas. Los pibes estaban bien, eran conscientes de lo que hacían, la que estaba mal era ella. Hablé con ella porque me pidió pasar al baño y se tambaleaba”, aseguró Jonatan, quien ahora es uno de los testigos principales. De hecho, lo hicieron declarar lo visto durante 4 horas.
El empleado del lugar aseguró que la joven mujer llegó, en un inicio, acompañada de uno de los agresores. Los otros 4 se sumaron minutos después.
Rescataron a la joven con palo de escoba en mano
Natalia y Orlando son dueños de una panadería en Palermo. Cuando la abrieron a las 7:00 de la mañana del lunes 28 de febrero, se percataron del auto blanco frente a su negocio. Era el Volkswagen de los 5 sujetos.
Hasta ese entonces, todo parecía normal. No obstante, la pareja descubriría el vejamen que cometían, con la complicidad de dos de ellos, quienes estaban afuera del auto, tratando de hacer ruido musical mientras la violación estaba en progreso.
“A las 14.30, cuando salí a la farmacia y volví, vi a dos chicos tocando la guitarra en la vereda. Les pedí que se movieran. Mi esposa llamó a la policía y unos minutos después, un conocido se acercó a ver qué pasaba y los dos pibes que hacían de campana (avisar si viene alguien) intentaron echarlo. Cuando vi esa situación agarré el palo de la escoba y salí”, asegura Orlando.
Dos de los 3 que estaban al interior del vehículo, tenían los pantalones abajo. La manada de Palermo violaba en el auto a la joven argentina, e intentaron huir, no sin antes agredir físicamente a quienes los descubrieron.
Orlando y Natalia se enfrentaban a los sujetos, algunos de estos intentaron escapar. Uno de ellos sacó a la joven del auto, “arrastrándola del brazo”. No pudieron, todos fueron interceptados. Antes de eso, uno de ellos golpeó a un vecino que grababa con su celular. “A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso”, aseguró la dueña de la panadería.
“No tenía ni fuerzas para gritar”
Cuando la joven fue rescatada, la pelea entre los vecinos y la manada en Palermo, proseguía. Sin embargo, entre todos y con la rápida actuación de Orlando, con el palo de escoba en mano, pudieron detenerlos.
Natalia cuenta lo que conversó con la víctima de los agresores sexuales, identificados como Ángel Ramos, de 23 años; Tomás Domínguez, de 21; Lautaro Pasotti, de 24; Ignacio Retondo, de 22; Alexis Cuzzoni, de 20, y Franco Lykan, de 24. Son amigos que solían compartir viajes y asados, los cuales transmitían en redes sociales.
“No escuché gritos, la chica no gritaba, no tenía ni fuerzas para gritar. Los cuatro jóvenes también estaban con los pantalones bajados, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir”.
Poco después del enfrentamiento, la joven, a quien describe en shock, le dijo: “’No sé cómo termine ahí, me estaban violando. Gracias por salvarme la vida’”.
En el auto encontraron alcohol y hasta LSD, según reportes oficiales.
A más de una semana del suceso, los contrastes en el barrio donde una joven fue rescatada de la manada en Palermo, lo dicen todo.
A Orlando lo consideran un héroe. Le llevan regalos por su valentía de detener la violación. No obstante, otros vecinos hacen comentarios poco sensibles a la época y, por sobre todo, a los hechos.
“Van vestidas de un modo que es fácil que las violen”, dijo Guadalupe, una vecina de 70 años. Le preguntaron si sabía cómo vestía la joven, pero no supo describir su ropa.
Otro argentino, de 25 años, identificado como Juan, quiere “que (los agresores) se pudran en la cárcel, que no salgan nunca”.
Los medios trasandinos han informado tanto de la detención ciudadana, que concluyó en manos de elementos policiales. La manada en Palermo yace en prisión preventiva y arriesgan 15 años de prisión por el crimen cometido.
Sus viajes y andanzas, que culminaron en delito, ya no serán publicadas en las redes sociales donde se jactaban de la complicidad que ahora es literal y los tiene en el banquillo de los acusados.