No cabe duda que la reciente invasión rusa a territorio ucraniano ha afectado a los niños de aquel país. Muchos de ellos han tenido que separarse de sus padres, mientras que otros han perdido la vida en medio de los enfrentamientos.
Una situación de este tipo vivió la familia de Marina y Fedor Yatsko, quienes hace unos días perdieron a su bebé de 18 meses llamado Kirill.
Según detalla Asociated Press, el pequeño fue alcanzado por las esquirlas de una bomba rusa que explotó en un barrio de la ciudad de Mariupol.
Los padres corrieron junto a su hijo hasta el hospital. El bebé estaba envuelto en una manta, en la cual se apreciaban algunas manchas de sangre.
Kirill fue atendido por un equipo médico en aquel lugar. Los funcionarios, lamentablemente, no pudieron salvar su vida.
La situación dejó imágenes conmovedoras. En una de ellas se ve a los dos padres llorando desconsoladamente frente al cadáver de su hijo, quien vivió la peor cara de esta invasión.
Otra fotografía muestra al médico, que vio el caso, quien desconsolado se sienta en el piso tras ver morir al bebé de 18 meses.
Hay que señalar que Ucrania y Rusia acordaron un alto al fuego para permitir la evacuación de más civiles desde las ciudades del primer país.
La invasión rusa inició hace casi tres semanas. En todo ese tiempo el país ha recibido gran cantidad de bloqueos de parte de países de occidente.