La pornografía no deja de existir, pese a la resistencia de millones de personas a ser parte de ella, debido a las visitas en los sitios web. No obstante, se trata de una industria que afecta la salud mental, sobre todo de sus actrices.
Para nadie es un secreto lo difícil que ha resultado a Mia Khalifa, o Amelia Tiganius, la joven rumana que aseguró que “Ser puta es una prisión con barrotes invisibles”, adaptarse a un nuevo mundo, fuera de la prostitución y el porno, sin que los trastornos mentales aparezcan para complicar su nueva realidad. Sin duda, aquello representa todo un desafío.
Otras mujeres, sin poder salir aún de ese espiral, han contado lo misógino, violento y más, que llega a ser una situación que las obliga asumir grandes costos para poder verse bien y complacer a sus clientes o fans.
Todo lo anterior tiene que ver con un menoscabo en la salud mental y la estabilidad económica de dichas actrices. No obstante, hay una arista que se pierde de vista en este complicado rubro-en todos los sentidos-. Hablamos de la que afecta directamente la salud física de quienes exponen su cuerpo a intensas jornadas que las dejan con dolores crónicos.
Ese, precisamente es el caso de la actriz de origen estadounidense, nacida en Pennsylvania, Adriana Chechik.
Considerada una de las mejor pagadas en esta industria y ganadora de 4 premios AVN (‘Los Oscar’ de la pornografía), la joven de 31 años, resiente los efectos de un trabajo que la lleva a experimentar intensos dolores, directamente proporcionales a las escenas que debe realizar desde que comenzó su camino en películas de contenido XXX en 2013.
Las horribles lesiones que sufre Adriana Chechik
Cuando de hacer el recuento de los daños se trata, Adriana Chechik no ha ocultado nada al respecto.
Hace algunas semanas, participó en The Plug Podcast, un espacio que realiza entrevistas a actores y actrices en el cine o producciones para adultos. La joven que en Instagram cuenta con más de 3 millones de seguidores, hizo impactantes revelaciones sobre su estado físico, derivado de su trabajo.
“¿Tienes lastimado el cuello por los movimientos del sexo oral?”, le consultó la conductora del podcast, Lena Nersesian. Fue ahí que Adriana confesó lo que le estaba pasando.
“Realmente me jodí el cuello. Tengo un nervio pinzado y varias partes de mi columna están fuera de su lugar natural. El disco está complicado y mi tronco encefálico quedó corrido”, aseguró.
Se trata de lesiones óseas producto de la fuerza que ejercen sus compañeros actores de rodaje en cada escena que deben grabar, las cuales no sólo impactan en una zona como el cuello.
Los movimientos resultan tan bruscos, pese a que la joven actriz sostiene que trata de no hacerse daño.
“Siempre trato de no hacerlo, pero es imposible”, remató, al revelar que el mayor impacto se lo lleva su columna, comparando la situación con los espectáculos que se viven en la arena de la lucha profesional: “Siento que es como una lucha más sexy”.
La actriz, cuyo verdadero nombre es Dezarae Kristina Charles, tiene en su haber 360 películas realizadas, desde que se hizo actriz porno hace nueve años. De ahí que su cuerpo esté sufriendo las consecuencias de una actividad que afecta su vida.
“A pesar de los dolores seguiré en esto”
Los planes de Adriana son seguir en una industria que duele, a juzgar por sus propias palabras. Sin contar los otros trastornos mentales que sufren otras actrices, quienes ya han dejado de lado a dicho mundo.
Para Chechik, palear las horribles molestias físicas es vivir como lo hace un atleta de alto rendimiento.
Lo anterior tiene sentido, ya que la joven actriz confesó que usa una técnica que deportistas llevan a cabo en contra del dolor.
“Me meto en la bañera con agua y hielo para no sentir dolor. Siento que mi cuerpo estuvo un accidente a 30 kilómetros por hora o algo así”, aseguró a los conductores del podcast.
Asistir al médico también se volvió necesario para una mujer que está adaptando su vida, en función de un trabajo que la está lastimando.
El especialista que la trata por sus lesiones en cuello, columna y otras áreas, le habló claro, en nombre de su bienestar, según confesó Chechik.
“Me dijo, ‘¿Podrías esperar un año para esto? ¿Puedes dejar que tu cuerpo se cure adecuadamente?’ Y yo estaba como, ‘No, tengo que hacerlo’. Él estaba como, ‘¡Por favor, trátese bien!”.
No fue necesario que revelara el nombre de su médico durante la entrevista. Lo que sí está claro es la advertencia hecha a una joven que, pese a todas las indicaciones, sostiene que se debe a su público, incluidos los que le visitan en Instagram y en su cuenta de Onlyfans.
“A pesar de los dolores seguiré en esto”, dijo, dejando claro cuál es su camino, en el momento cúspide de una carrera, encorvada-únicamente- por los dolores físicos que le causa esta industria.