Ahora que la pesadilla que vivió Lucio es de dominio público, y hasta internacional, han salido a la luz conversaciones en redes sociales que dan una idea de lo mucho que sufrió la víctima.
Para él, ya es demasiado tarde. Para hacerle justicia, no lo es. Su corta vida y su trágica muerte remecen a una sociedad, desde La Pampa argentina.
Lucio Abel Dupuy es un nombre que resuena en los informativos argentinos en los últimos días. El crimen contra un niño de 5 años tiene a la sociedad del vecino trasandino preguntándose, ¿por qué vivió ese calvario? ¿En qué pensaba su madre para hacerlo pasar por tal barbaridad?…
Magdalena Esposito Valenti, de 24 años, madre de Lucio, lo llevó el pasado sábado 27 de noviembre a una sede policial de Santa Rosa, capital de La Pampa, convulsionando. Era de madrugada cuando arribó con el niño en brazos, según la información difundida por la cadena TN.
En la comisaría le practicaron RCP (Reanimación Cardiopulmonar). Al poco tiempo lo llevaron a una clínica local pero ya era tarde. La muerte del pequeño Lucio la anunciaron poco después de su ingreso.
La policía sabía que alguien le había causado un irreparable daño. Poco después de confirmado su deceso, realizó un allanamiento en la casa que Magdalena compartía también con su pareja, Abigail Páez, de 27 años.
La autopsia que reveló el calvario de Lucio
En la madrugada del deceso de Lucio, una autopsia arrojaba un escalofriante resultado. Confirmaba que había recibido una brutal paliza. El cuerpo del niño de 5 años presentaba varios traumatismos y una hemorragia interna. Lo vapulearon hasta dejarlo convulsionando y murió al poco rato.
Los signos recientes de su calvario no eran los únicos. Los peritos encontraron más evidencia de una cadena de abusos. En su reporte, TN cita a una fuente que estuvo presente en la autopsia: (Lucio) “Tenía mordeduras, quemaduras de cigarrillos, golpes con objetos contundentes, de todo. Nunca vi algo parecido”.
A esas alturas de los hallazgos, efectivos policiales ya habían incautado hasta los teléfonos celulares de Magdalena y Abigail. Sin embargo, antes de descubrirse lo sucedido, cuando la madre del niño lo llevaba en brazos, convulsionando, un vecino les ofreció ayuda, a lo que Magdalena respondió: “Me entraron a robar, lo dejé solo dos segundos y el nene se cayó”.
Los signos de abuso decían otra cosa: sangre en la boca, hematomas, uno más grande en el glúteo derecho y una zapatilla marcada en su cuerpo ya sin vida. La suela quedó grabada en su pequeña humanidad.
“Como si lo hubieran pisado fuerte (en la espalda)”, aseguró la fuente citada en el reporte argentino.
Ante los médicos, Magdalena cambió sus afirmaciones, diciéndoles que dejó por 15 minutos a su hijo y al regresar lo encontró en el deplorable estado. Ninguna de las dos versiones la salvó. Fue arrestada junto a su novia, Abigail Paéz.
En tanto, en las redes sociales, algunos argentinos descargaron su furia verbal contra Esposito, calificándola de “Asesina”. No obstante, erraron en su objetivo. Otra mujer pidió en su cuenta de Facebook que pararan los ataques en su contra, ya que muchos la confundieron con la imputada en el crimen del niño.
“La novia de la mamá lo caga a palo”: los mensajes difundidos demasiado tarde
El pasado 25 de agosto, una vecina de Lucio escuchaba como Abigail, la pareja de Magdalena, se ensañaba con el niño. Lo golpeaba de tal forma que todo se escuchaba hasta la calle.
La mujer envió mensajes a uno de sus contactos pidiéndole ayuda para que llamara a la policía. Decía que su parlante (del celular) estaba roto y por eso no podía realizar la denuncia.
“Deciles q envíen una patrulla ala [sic] allan kardex 2385 departamento 2 Xq estan pegandole al nene”.
El contacto de la vecina, tras preguntar la dirección, intenta saber a cuál nene le están haciendo el vejamen.
“El de dealado [sic] encima n puedo grabar nada todos los dias llega del jardin y la novia de la mama lo caga a palo. 5 años tiene”.
El contacto resultó ser el hermano de la vecina del niño. Sin embargo, la policía habría comparecido… en el lugar equivocado. “Pasaron mal la dirección”, consigna el medio Diario Textual, como respuesta de la institución.
Padre: “La justicia nunca me escuchó”
3 meses después, Lucio iba en los brazos de su mamá, convulsionando. Poco tiempo le quedaba de vida. Su crimen ha conmocionado a Argentina. Su padre, en tanto, aseguró: “La Justicia nunca me escuchó, siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé”.
Christian Dupuy, lamenta que los tribunales no le dieran la custodia de su hijo.
“Hoy pagó mi hijo, pero no sólo escuchen a la madre, papá también sufre en silencio. Hoy con el corazón roto y mi alma sin encontrar consuelo te digo descansa en paz hijo mío, no voy a descansar hasta que se haga justicia. Te amo Lucio Abel Dupuy”.
El descargo de Dupuy se ha viralizado, junto con otras descripciones gráficas del calvario de Lucio. Uno de los ejemplos, es la fotografía en la que el niño aparece junto a su madre y Abigail. El brazo lesionado de la víctima mortal de la golpiza, más las torturas que ya había recibido, eran un grito de auxilio que se ahogó en los momentos más crueles que vivió.
Al cierre de esta nota, Abigail Páez, presunta autora material de la muerte de Lucio y Magdalena Esposito, madre de la víctima, habían ingresado a un penal de Santa Rosa, La Pampa, donde las reclusas las habrían recibido a golpes, según la noticia difundida por ElTreceTV.com.ar.
Ambas fueron aisladas para evitar la venganza de las otras presidiarias. En tanto, la abogada de Páez, describió la situación de las acusadas.
“Mantuve una entrevista personal con ambas y me pareció prudente pedir la designación de otro defensor. Por recomendación mía, no declaró en ese momento de la audiencia de formalización”, aseguró la defensora Silvia Blanco, quien también dijo que las dos se encuentran “Abatidas, angustiadas, desorientadas”.
No obstante, ninguna de las dos revela quién le ocasionó la muerte a Lucio, al propinarle la brutal paliza. “Todavía no lo sé”, dijo la abogada, consignada en el medio El Diario.
Blanco, desmintió la agresión en el penal contra las imputadas, negando además que el niño hubiese sido violentado meses atrás, pese a las declaraciones de la vecina de este y de las aseveraciones de la fuente que estuvo dentro de la autopsia del infante, sumado a lo que el padre, Christian Dupuy, denunció en sus redes sociales.
“La justicia nunca me escuchó”.