Jamás habrían pensado los funcionarios del Centro Médico de Springhill en Alabama que sufrirían un ataque hacker que los mantendría durante casi ocho días sin poder acceder a los equipos médicos.

Según la información consignada por el Wall Street Journal (WSJ), el pasado 16 de julio de 2019 el Hospital de Springhill sufrió un ataque ransomware que inhabilitó por completo los sistemas y equipos médicos del edificio.

Esto afectó en gran medida a la coordinación de los funcionarios ya que no podían revisar el estado de sus pacientes en exactitud si no podían acceder a los dispositivos de monitoreo.

Teiranni Kidd, una mujer que había llegado a dar a luz al hospital fue una de las más afectadas ya que su hija venía con su cordón umbilical envuelto alrededor de su cuello. Esta situación pudo haber sido prevista por un monitor cardíaco pero, debido a la situación que afectó al hospital, no pudo ser posible.

Según detalló el WSJ, los computadores habían sido desactivados en todos los pisos. El rastreador en tiempo real de cada médico también estaba caído. Los registros de salud de sus pacientes era inaccesibles y, en la mesa de enfermeras de la unidad de parto, no podían monitorear los latidos fetales en las 12 salas de parto.

Una muerte por hackeo

Fue por culpa del hackeo que finalmente la hija de Kidd, Nicko, fue diagnosticada con daño cerebral severo lo que luego de 9 meses acabó con la vida de la menor.

El WSJ compartió que menos personas pudieron estar atenta a los equipos que monitorean los corazones, los cuales son rastreados en una pantalla grande en la estación de enfermeras.

bebé
Springhill Medical Center | Instagram

La obstetra Katelyn Parnell envió un mensaje a una de las enfermeras señalando que habría dado a luz al bebé por cesárea si hubiese estado al tanto. “Necesito que me ayudes a entender por qué no me notificaron“. En otro mensaje, la Dra. Parnell escribió “Esto era prevenible”.

Demanda contra Springhill

La señora Kidd demandó al hospital alegando por esta situación y señalando que pudo haber salvado a su bebé si le hubieran informado correctamente a la Dra. Parnell.

De acuerdo con la versión de Kidd, su abogado señaló que ella no fue informada jamás de que el hospital estaba lidiando con un hackeo en sus instalaciones. Esto, según argumentó, no permitió realizar los chequeos médicos requeridos para evidenciar que su bebé venía en correctas condiciones para el parto. Por lo que si le hubieran avisado con anticipación, su hija pudo haber sido salvada.

Además, dentro de sus argumentos está que por culpa del hackeo que borró la capa extra de escrutinio del monitor de frecuencia cardíaca las enfermeras no pudieron avisar al personal.

De ser esto demostrable ante la corte, este sería el primer caso de muerte confirmada por un ataque de ransomware. Según WSJ, el hospital negó cualquier acto ilícito y, el CEO de Springhill, Jeffrey St. Clair, señaló que “Permanecimos abiertos y nuestros dedicados trabajadores sanitarios continuaron cuidando a nuestros pacientes, porque los pacientes nos necesitaban”.

“Nosotros junto con los médicos independientes que ejercían sus funciones en el hospital, concluimos que era seguro seguir en funcionamiento“, aseguraron.