Sabido es que las actuales generaciones de jóvenes son conocidas en el mundo como Millennials (Y) y Centennials (Z). Los primeros son los actuales ‘treinteañeros’, que están comenzando a tener familia y consolidándose en el mundo laboral. Mientras tanto, los otros están en sus ’20’, cursan la universidad o están recién iniciándose en sus empleos.
Sin duda estas dos generaciones se diferencian de sus antecesores por un tema bastante importante: la tecnología y acceso al mundo digital desde muy temprana edad.
Mientras ‘Boomers’ y ‘X’ debieron acostumbrarse a ella casi por obligación, para los ‘Y’ y ‘Z’ todo fue mucho más sencillo, ya que prácticamente nacieron con todos estos avances y acceso a la información a través de dispositivos.
Poco se ha estudiado sociológicamente respecto a estos nuevos jóvenes, aunque generalmente es sabido que ellos se preocupan mucho más del medio ambiente, dan mayor valor a los tiempos de ocio, posponen por mucho más la maternidad/paternidad y ven el placer mucho más allá de los bienes materiales.
Por otro lado, en la actualidad ambos también han sido conocidos como la “Generación de Cristal”, debido a que han sido críticos respecto a temas que antes no estaban discusión.
Este concepto fue acuñado por primera vez por la filósofa española Monserrat Nebrera, en 2012, en un documento académico que tituló Vox Populi. En éste, ella hizo referencia a las complicaciones que tendrían los niños de ese tiempo en el futuro cercano.
Nebrera basa su análisis en que sobre todo los hijos de la Generación X “sufren a menudo con la frustración y son hipersensibles a los rechazos”, lo que abrió un eterno debate sobre “qué tan preparados están ellos para ser los adultos del futuro”.
Para muchas personas hablar de ‘Millennials’ y ‘Centennials’ es prácticamente hablar de lo mismo. Si bien ambos grupos comparten temas e intereses afines, también existe un gran marco de diferencias, las cuales tienen que ver con sus percepciones.
Daniel Sánchez Reina, economista español y analista de la consultora Gartner en ese país, presentó en 2019 un estudio reflexionando respecto al comportamiento de los veinteañeros de este tiempo. Sus conclusiones generaron sorpresa, ya que sostuvo que en muchos ámbitos son más parecidos a sus padres (Generación X) que a los ‘Millennials’.
“Son la generación más pesimista en décadas. La crisis marca una diferencia clara con la generación anterior. Buscan, como lo hicieron los de la generación X en su momento, la estabilidad financiera”, detalló en La Vanguardia.
“Los millennials dan por sentado que merecen lo que aún no merecen. Los centennials no dan nada por sentado, están dispuestos a trabajar duro si los recompensas”, agregó.
Por su lado Miguel Ángel Rojas, investigador español en tecnología, detalló otras diferencias sustantivas entre los dos grupos.
“Los millennials piensan más en el presente. Respetan las jerarquías de la empresa porque quieren subir estas posiciones. El ‘Z’ en cambio es constructivo y le interesa la perspectiva. Si el millennial fracasa, se pasa a otra cosa porque es confiado. El ‘Z’ tiende más a aprender y a lo mejor lo volverá a intentar, pero de forma diferente”, indicó.
Asimismo, para Rojas el uso de las redes sociales también es diferenciado: “Los ‘Z’ ya no buscan tantos me gusta y hacen un uso más cauteloso de las redes sociales. Como el móvil es su medio natural para comunicarse, tienen un menor grado de sociabilidad en la oficina. No les importa trabajar con sus aparatos desde la soledad de casa”.
¿Qué tan distintos son?
Para Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, no caben dudas de que el gran punto que une a estas dos generaciones es el acceso a la tecnología, aunque suelen existir diferencias en la forma que las ocupan a diario.
“Estos jóvenes de 20 o 30 años comparten cosas en común porque comparten conexiones con redes de Internet, acceden a todo ese material. Sin embargo se distinguen porque los primeros (Millennials) fueron paso a paso, de menos a más adquiriendo distintas destrezas y tecnología, que hoy en día los jóvenes de 20 tienen en la mano”, indicó.
“Para los segundos (Centennials) esto pasa a ser parte de su identidad, como una extensión de su cuerpo. Hoy día olvidar un celular para alguien de 20 es casi tragedia, no así para las personas que están sobre 30, que pueden tener más tolerancia”, agregó.
Por otro lado, el experto observa que algo que comparten jóvenes ‘Y’ y ‘Z’ es la utilización de la tecnología para generar causas, teniendo en cuenta el cuidado del planeta entre otros temas.
“Puedo distinguir que los jóvenes de 20 o 30 al tener más información y acceso a un mundo informático de cultura digital, están más preparados para el compromiso con el planeta y las demás personas, buscando ayuda, ayuda social, cooperación, empatía, solidaridad, metas que hagan que como comunidad sean más justos y se viva mejor”, contó.
En cuanto a las diferencias, para Marchant un aspecto sorpresivo es notar que los “Centennials” tienen una capacidad de cuidarse mucho más amplia que quienes nacieron antes.
“Una diferencia importante suele notarse en la seguridad, en buscar cuidarse o evitar riesgos, que es más propio de los jóvenes de 20 años. Hay estadísticas que aseguran que ellos, en comparación a los de 30 años, son más atentos al uso de un cinturón de seguridad para viajar por ejemplo, o tienen mayor atención a beber, en referencia que serían más moderados”, comentó.
“A eso se suma que tendrían muchos menos embarazos no deseados, por lo que habría un sentido mayor de cuidarse”, añadió.
Por último, el psicólogo dejó en claro que una de las diferencias más claras está en la forma de hacer lazos sociales, ya que por un lado los Millennials aún priorizan la comunicación cara a cara, mientras que los Centennialls se concentran mucho más en el entorno digital.
“Otra diferencia clara está en la forma de hacer el contacto social, que hoy se privilegia mas usar una ventana digital para conocerse, hacer amigos y hacer contacto. Las personas de 30, en cambio, como tuvieron otros espacio, podrían intercalar más lo digital con lo analógico, priorizar la interacción cara a cara”, concluyó.