Un escándalo vivió una comunidad religiosa de la ciudad de Pearl River, Estados Unidos, en octubre pasado, luego que un sacerdote junto a dos mujeres fueran detenidos por ser descubiertos teniendo relaciones de carácter sexual en el altar de una iglesia.
Los involucrados en este hecho fueron el religioso Travis Clark junto a dos mujeres, Mindy Dixon y Melissa Cheng, quienes ejercen la prostitución.
Recientemente, según detalló la cadena Fox, los tres imputados fueron denunciados por la Fiscalía del estado de Luisiana por el cargo de vandalismo, dejando de lado la acusación previa que tenían por obscenidad.
Si bien los acusados por el hecho ahora enfrentan penas más bajas el abogado de las mujeres, Bradley Phillips, indicó que “todos los cargos deberían ser retirados”, ya que sus representadas actuaron en un contexto de privacidad.
“Es evidente que el Estado hizo todo lo posible por distorsionar los hechos de este caso para que encajaran en su propia narrativa”, expuso.
Para llegar a esto Phillips se basó en que la denuncia fue realizada por un hombre que observó lo que se realizaba en la iglesia por una ventana que daba hacia el exterior, por lo que procedió a llamar a la policía.
“Entiendo que la gente puede estar molesta por esta situación, pero eso no hace que esta conducta sea ilegal o criminal de ninguna manera”, indicó.
Aquella tarde la policía requisó del lugar juguetes sexuales, luces de colores y cámaras de video, con las cuales el sacerdote pretendía grabar lo que allí estaba ocurriendo.
Luego de la formalización los tres quedaron en libertad, aunque han tenido que mantenerse en la ciudad debido a la investigación que se lleva a cabo.
Travis Clark fue separado de la Iglesia Católica dos días después que se conocieran los hechos. A eso se sumó que el altar donde ocurrieron todo fue quemado, ya que las autoridades eclesiásticas sostuvieron que había sido “profanado”.