Francesco, de apenas dos años, caminaba junto a su madre, su abuela y su tía, en la localidad Monte Chingolo, Lanús, Buenos Aires.
La caminata de vuelta a su vivienda dio un drástico giro cuando la delincuencia interrumpió la calma de un niño. ¿Qué cosa podría ocurrir?, según su inocencia.
Ocurrió lo nefasto. Tres sujetos se transportaban en una motocicleta. Dos, descendieron de forma violenta, intentando perpetrar un asalto.
Las 3 mujeres corrieron despavoridas. Una de ellas, lanza un celular en el jardín de una casa. Las toman en el suelo, pero no tuvieron qué robarles. Todo fue confusión, sobre todo para Francesco. Así quedó registrado en las cámaras de seguridad de uno de los inmuebles cercanos al fallido atraco.
El niño se quedó paralizado y sin saber lo que ocurría. Fue durante unos segundos porque, cuando vio que su mamá y sus otras familiares corrían tras incorporarse del forcejeo. Pensó en seguirlas, pero se detuvo. Ellas se habían ido y lo dejaron allí, sin mirar atrás o, a juzgar por la escena, acordarse de la pequeña gran figura que quedaba desvalida a segundos del terrible suceso.
La noticia dio vuelta en la Argentina, y a nivel internacional. Uno de los relatos, fue hecho desde el medio TN. Se habla de “dos nenes” en la escena. A primera vista no es notoria esa otra presencia. Todo tiene su explicación.
“El otro nene” en la comisaría
¿Qué pasó con Francesco?, es la pregunta que toda madre o adulto con sentido filial se hace.
Sucede que, tras el desconcertante momento, el niño de tan solo dos años caminó unos cuantos metros por el barrio, siendo alcanzado por su madre a los minutos del frustrado atraco. Para ese entonces los vecinos del lugar, alertados por el incidente, salieron a ayudarlas.
Llamaron a la policía y esta, con el número de la patente de la motocicleta, comenzaron la búsqueda. La cámara de seguridad fue clave en esta tarea.
A las 5 cuadras, ubicaron a uno de los motochorros. Era un menor, que manifestó tener 15 años de edad, tras ser llevado a la comisaría.
Cuando se confirmó la información que había proporcionado no quedó otra que dejarlo en libertad. Eso hacía que dos menores estuvieran en la escena del crimen. Uno de ellos, con dos años, sin pleno conocimiento del asunto.
“No lo dejé solo, intencionalmente”
El video le ha dado vuelta a la Argentina, hasta salir de esa nación.
La sola idea de dejar desprotegido a un inocente, en un momento de máximo peligro, ha vuelto a la madre de Francesco, en un blanco de funa y críticas en todo el país.
Al respecto, la mujer ha salido al paso de todos los comentarios negativos que ha recibido, dando la explicación de su reacción, la de su madre y su hermana.
“Atinamos a correr, ellos hicieron como que estaban armados. No lo hice intencionalmente. Si me hubiese quedado con él (su hijo Francesco), hubiesen venido todos contra nosotros”, explicó a los medios locales, Micaela.
La mujer asegura que el momento fue tan crítico, que no pensó más allá del enorme susto. Su progenitora yacía en el suelo, a merced de los asaltantes. Pensar, era como un lujo, según lo que describe, sabiendo que fue blanco de asalto, y ahora de las críticas.
“¿Por qué no se ponen en mi lugar? Nadie habló de lo que pasó realmente. A mi mamá le pusieron la traba, se cayó al piso y le pegaron la cabeza contra una reja. La tiraron al piso a mi mamá, yo quería que le dejen de pegar, la quise ayudar. Si me lo hubiese llevado (a Francesco) nos hubieran pegado a todos”, aseguró.
En los últimos días ha tenido que soportar el ir y venir de críticas, de propios y extraños, que la han calificado de mala madre, pese a que la mayoría de los que la han juzgado, no la conocen.
Micaela aseguró, además, que la asaltaron de forma similar en menos de un año y a una cuadra de diferencia del reciente atraco.
En cuanto al pequeño Francesco, la madre del menor, dijo que el padre se lo llevó después del asalto y logró distraerlo del mal momento vivido. “Está perfecto”, declaró la mujer.
En tanto, el otro menor de edad en escena, del lado de los asaltantes, fue puesto en libertad, tras ubicar a los padres. Son dos realidades distintas en el mismo escenario violento, el cual ha dado de qué hablar en tono de crítica por el actuar de la madre y de la justicia, ya que algunos consideran que el menor asaltante, tiene la edad suficiente para responder ante la justicia, a diferencia de Francesco, quien no tuvo idea de lo que ocurría a su alrededor.