Medios en Estados Unidos dieron a conocer la historia de Erika Beccera, una mujer de 33 años que murió por complicaciones derivadas del coronavirus minutos después de haber dado a luz. Familiares indicaron que alcanzó a tener a su bebé algunos minutos en sus brazos antes de fallecer.

El caso fue narrado por su medio hermano, Miguel Avilez, a la cadena Fox News. El joven sostuvo que la mujer fue diagnosticada con la enfermedad en noviembre pasado, por lo que fue ingresada a un recinto asistencial de Detroit y el parto se adelantó para el día 15 de ese mes.

Beccera no tenía enfermedades de base que supusieran un riesgo para su salud, en caso de contraer la Covid-19, por lo que hasta ahora su familia no se explica cómo su estado se agravó tanto en pocos días.

Sin ir más lejos, ella en un inicio había estado conectada a un ventilador artificial, del cual fue retirada para que los médicos practicaran la cesárea de urgencia.

La operación fue un éxito y nació un pequeño llamado Diego, quien dio negativo a los exámenes del coronavirus. Minutos después se produjo el momento más emotivo, ya que la madre pudo sostener a su hijo por algunos minutos, aunque en ese instante estaba muy débil.

“Ella pudo abrazarlo y hablar un poco con él. No estaba mejorando, así que la pusieron en el respirador artificial”, expresó Miguel Avilez.

Tal como narró el familiar, Erika logró estar un par de minutos en el lugar antes de ser trasladado nuevamente hasta la UCI del recinto, donde permaneció hasta el pasado 3 de diciembre, cuando falleció por nuevas complicaciones.

“Podías verla llorando desde ese día, estuvo llorando hasta los últimos momentos de su vida”, sostuvo su hermano.

Junto con eso, Avilez aprovechó de enviar un mensaje a todas las personas que, según su juicio, se han dedicado a negar la existencia de la pandemia.

“Mucha gente dice que esta pandemia es un engaño, pero hasta que no les pase a ellos o a su familia, sabrán lo que es realmente el dolor”, concluyó.

Becerra además dejó a una hija que tiene poco más de un año de vida y su esposo, quien no quiso conversar con los medios de comunicación.

Por su parte, Diego podría salir del hospital después de la Navidad, debido a que se encuentra en una incubadoa porque necesita ganar algunos kilos de peso.