Mediante un video difundido en redes sociales, la actriz Paulina Urrutia y su esposo Augusto Góngora plantearon una inquietud ciudadana de cara al plebiscito del 25 de octubre: la posibilidad que los pacientes con demencia puedan votar.

Se trata de una secuencia difundida desde el Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO), en la que Urrutia conversa con Góngora sobre el proceso constitucional y el derecho de este último a participar en las elecciones.

En el video, la exsecretaria de estado del Consejo de la Cultura le pregunta al realizador: “¿Tú crees que tienes derecho a ejercer tu voto?”. Y Góngora responde: “Sí, ¿por qué no?… Yo digo que sí, claro”. “¿Y te gustaría ir a votar?, le insiste Urrutia. “¿A votar en eso? Pero claro”, contesta el exconductor de TV, diagnosticado con alzheimer.

El post fue difundido en la antesala del encuentro “Diálogo sobre derecho a voto para las personas con demencia” del 1 de octubre pasado. La instancia, fue organizada por el GERO, la Red Transdisciplinaria Sobre Envejecimiento de la U. de Chile, la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile, la Clínica de Memoria y Neuropsiquiatría y el Colegio Médico de Santiago.

Para Urrutia, se trata de un gesto que se relaciona directamente con la memoria. “El ritual de ir en la mañana, de ser parte de la cola, de conversar, eso no se lo pueden quitar a un ciudadano de este país que construyó igual que otras personas la democracia que hoy día tenemos”, señaló la actriz en el encuentro, de acuerdo a la revista Qué Pasa.

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Según la misma publicación, en Chile hay alrededor de 200 mil personas diagnosticadas con algún tipo de demencia. Sobre ellas pesa el artículo 16 de la actual constitución, donde en el inciso 1 se establece que, entre otras razones para suspender el derecho a voto, se encuentra la “interdicción en caso de demencia”.

Según el abogado Pablo Marshal, partícipe del conversatorio, “el término demencia que usa la constitución es decimonónico, no es un término técnico que nosotros hoy día usamos para identificar el deterioro cognitivo”.

Según la investigadora Andrea Slachevsky, subdirectora del GERO, “(el voto) tiene un valor social, nos hace ciudadanos. Entonces cuando prohibimos a una persona votar porque determinamos que no tienen las capacidades, la estamos sacando del espacio público”.

“(La ley) es discriminatoria y además no refleja tampoco cómo es la capacidad de toma de decisión. No es que de un día para otro la persona deje de tener la capacidad de tomar decisiones para todo, sino que hay que evaluar en un dominio específico. Si una persona requiere custodia o tutelaje para manejar sus bienes, que se tome la cautela en ese dominio, pero que eso no sea extensivo a todo”, agregó la académica, quien propone un “voto asistido”.