Este martes entró en vigor una reforma constitucional en Bangladesh, la cual introduce la pena de muerte como castigo para quienes sean culpables de delitos de violación.
La situación se da luego que en el país se llevaran a cabo severas protestas por la violación que perpetraron ocho hombres contra una mujer de 35 años en la ciudad de Dacca.
Este hecho fue grabado por uno de los agresores y posteriormente publicado en un sitio de internet. Aquello llevó a que la víctima denunciara a todos los antisociales ante la policía.
Esta nueva normativa incrementa el castigo contra este tipo de personas, ya que antes únicamente se contemplaba en la ley nacional el presidio perpetuo sin derecho a beneficios.
La noticia fue dada a conocer por el propio secretario del gabinete del Gobierno, Khandker Anwarul Islam, quien sostuvo que: “Cualquier persona condenada por violación sería castigada con la muerte o el encarcelamiento riguroso de por vida”.
Por otro lado, esta normativa ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos locales e internacionales, como Amnistía Internacional, las cuales sostienen que este tipo de castigos “sólo perpetúan la violencia”.
Sultan Mohammed Zakaria, investigador de A.I., indicó que estas instancia tampoco constituyen una reparación para las víctimas de maltratos sexuales.
“Las ejecuciones perpetúan la violencia, no la previenen. En vez de buscar venganza, las autoridades deben centrarse en asegurar justicia para las víctimas de la violencia sexual con penas de larga duración que detengan esta epidemia de violencia”, explicó.
Por otro lado, cifras de la ONU indicaron que las violaciones tuvieron un “peligroso aumento” durante 2019, tendencia que se ha mantenido durante este año.
“En promedio, cuatro mujeres han sido violadas a diario en medio de la pandemia de coronavirus”, concluyeron en su informe.