La adolescente holandesa Noa Pothoven, quien sufría una fuerte depresión tras haber sido violada durante su infancia, murió en su casa por dejar de alimentarse y beber líquidos pero no fue eutanasiada, afirmó este miércoles una clínica, desmintiendo informaciones “incorrectas” de los medios.
Pothoven, de 17 años, quien escribió un libro sobre su largo combate contra la anorexia, la depresión aguda y el estrés postraumático, murió el domingo.
La adolescente dijo en un último mensaje en la red Instagram que había “perdido las ganas de vivir”.
La clínica Levenseindekliniek, un centro en La Haya especializado en la eutanasia, publicó un comunicado para demostrar que lo que se había publicado sobre el tema era falso, algo que ya adelantaron medios internacionales.
“Para poner fin a las informaciones incorrectas (en los medios extranjeros en particular) sobre su muerte, nos remitimos al comunicado hecho por los amigos de Noa esta tarde: Noa Pothoven no fue eutanasiada”, afirmó el centro.
Noa Pothoven dejó de alimentarse y de hidratarse “para poner a fin a su sufrimiento”, añadió la clínica.
El lunes, varios medios holandeses informaron sobre su muerte. Algunos de ellos decían que la joven se había puesto en contacto con la Levenseindekliniek para informarse sobre un posible suicidio asistido, pero luego desistió.
La historia sin embargo se viralizó después de que medios internacionales dijeran que había sido asistida para poner término a su vida.
Junto a Bélgica, Holanda fue en 2002 el primer país en legalizar la eutanasia a personas enfermas cuyo sufrimiento es “insoportable y sin perspectivas de mejora”. La ley holandesa sólo autoriza la eutanasia en unas condiciones muy precisas. Al menos dos médicos tienen que certificar que no hay otra solución razonable para el paciente.
La “Levenseindekliniek practica exclusivamente la eutanasia y lo hace explícitamente en el marco jurídico holandés”, declaró la clínica.
Noa Pothoven sufrió una agresión sexual a los 11 años. Tres años después, fue violada dos veces, en su ciudad natal de Arnhem (este).
La joven anunció su intención de morir en un mensaje publicado en su cuenta en Instagram, que ya fue suprimido. “En los próximos 10 días, voy a morir”, dijo.
“Hace un tiempo que dejé de comer y de beber y después de muchas discusiones (…) se decidió dejarme ir porque mi vida es insoportable”, añadió.