China anunció el lunes que se reanudará, de forma limitada, el comercio de productos procedentes del tigre y del rinoceronte, lo que provocó airadas reacciones por parte de activistas de defensa de los animales, que temen un aumento del tráfico de esas especies, en peligro.

El comercio de productos como el hueso de tigre o el cuerno de rinoceronte podrá autorizarse en determinadas circunstancias “particulares”, anunció el gobierno chino en una circular firmada por el primer ministro, Li Keqiang.

Entre éstas, Pekín cita la investigación científica, la venta de obras de arte y “la investigación de tratamientos médicos”.

El hueso de tigre y el cuerno de rinoceronte molidos son muy codiciados en la medicina tradicional china, si bien sus virtudes causan controversia.

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Para acceder a esos productos se requerirá un permiso especial, matiza la circular.

Solo los médicos empleados en hospitales reconocidos por la Administración nacional de medicina tradicional china podrán utilizarlos.

Los volúmenes comerciales eran “estrictamente controlados” y el comercio de esos productos se estará prohibido salvo en los casos previstos, según el texto.

La liberalización sustituye a una prohibición total dictada en 1993. Pero el mercado negro sustituyó el comercio legal y muchos productos prohibidos entran en China por Vietnam, según movimientos ecologistas.

Estos últimos criticaron la decisión del gobierno chino.

“La reanudación del comercio legal podría no solo servir para encubrir el tráfico clandestino, sino que también estimulará una demanda que había bajado desde que entró en vigor la prohibición“, lamentó Margaret Kinnaird, responsable de biodiversidad en el Fondo mundial de la naturaleza (WWF).

El tigre está clasificado en la categoría de especies en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Fauna (UICN).

En cuanto a las distintas especies de rinocerontes, la UICN los clasifica en varias categorías: “vulnerable”, “casi amenazado” o “en peligro crítico de extinción”.