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Desde frutas y verduras hasta animales marinos, los Sonny Angels conquistan el mundo del coleccionismo con su adorable diseño y un concepto que combina sorpresa y exclusividad.

Estas pequeñas figuras, que miden apenas 7 centímetros, pasaron de ser un simple adorno decorativo a un fenómeno de consumo masivo impulsado por redes sociales como TikTok e Instagram, donde abundan los unboxings y exhibiciones de colecciones inmensas de estos muñecos.

¿Qué son los Sonny Angels y por qué todos los quieren?

De acuerdo con el diario The New York Times, los Sonny Angels fueron diseñados en 2005 por el japonés Toru Soeya, bajo el lema “él podría traerte más felicidad”.

Originalmente, estas figuras son creadas como una pequeña compañía para mujeres trabajadoras de entre 20 a 30 años, con la intención de brindarles momentos de alegría en medio del estrés cotidiano.

Con más de 650 diseños diferentes, estos querubines se distribuyen en diversas colecciones temáticas, que van desde frutas y animales hasta ediciones limitadas inspiradas en festividades. Su alta demanda generó la aparición de versiones piratas y figuras customizadas que han diversificado aún más su presencia en el mercado, actualmente estas se venden en comercios como AliExpress y Amazon.

Sonny Angels: el fenómeno consumista de las figuritas coleccionables que conquistan las redes sociales
Dreams Inc.

La fiebre del coleccionismo: un fenómeno impulsado por redes sociales

La popularidad de los Sonny Angels repuntó gracias a su presencia en redes sociales, donde influencers y celebridades, como Bella Hadid y Rosalía, contribuyeron la viralización de estas figuras. Actualmente, el hashtag #SonnyAngel cuenta con más de 254,4 mil publicaciones en TikTok y 625 mil en Instagram. Los videos de apertura de cajas sorpresa, en los que la expectativa por descubrir qué figura tocará, genera una experiencia emocionante y adictiva que se convirtió en tendencia masiva.

Este factor, combinado con el carácter limitado de muchas colecciones, ha llevado a un boom del coleccionismo, con personas buscando figuras específicas para completar sus series o adquirir ediciones raras a precios elevados en el mercado de reventa.

El sobreconsumo detrás de los Sonny Angels

Si bien estas figuritas son inofensivas, su creciente popularidad genera preocupación por el sobreconsumo y la compra compulsiva. El sistema de “blind box”, donde no se sabe qué figura se obtendrá hasta abrir la caja, fomenta la compra repetitiva en busca de modelos específicos, lo que puede llevar a los consumidores a gastar grandes sumas de dinero sin darse cuenta.

El especialista en marketing, Paco Lorente, detalla que, según la psicología del consumidor, este tipo de estrategias apelan a la satisfacción inmediata, con cada nueva adquisición las personas liberan dopamina y se crea un ciclo difícil de romper.

En este caso también entra el fenómeno del “FOMO” (miedo a perderse algo), término que de a poco fue acuñado en redes sociales. En la web del centro para tratamiento de adicciones, Orbium, detallan que el FOMO surge en aquellas personas que, tras el uso excesivo de redes sociales, les surge el miedo irracional a ser excluido y perderse experiencias. Un factor que impulsa a los compradores a adquirir más figuras de las que realmente necesitan, cayendo profundamente en el consumismo.

En un mercado saturado de tendencias virales, los Sonny Angels son solo uno de todos los ejemplos que existen de cómo un producto diseñado para “dar felicidad” puede convertirse en una obsesión, impulsada por el deseo de tener “el siguiente” y la ilusión de completar una colección interminable.