La presencia del tábano de abdomen anaranjado, denominado como ‘Coliguacho’, es común durante los últimos días de diciembre y gran parte del mes de enero.
Se trata de un mosquito cuyo comportamiento es sumamente invasivo para las personas, ya que suele ser bastante insistente en su búsqueda de sangre de mamíferos.
De esta forma, sus vuelos cerca de las personas suelen ser comunes en lugares cercanos a lagos y ríos, precisamente donde muchos eligen descansar en el verano.
Pese a lo común que es, su comportamiento no ha sido tan estudiado como se cree en Chile. De hecho, mucho de lo que se sabe es por estudios recientes.
Dentro de lo que se conoce por convención, hay cierto acuerdo en que su ciclo comienza alrededor del 20 de diciembre de cada año.
“A mediados de diciembre las larvas pasan a estado de pupa y luego a adultos, y se transforma en el tábano que nosotros vemos volando. Su único objetivo en este estado es reproducirse, nada más”, indicó Alfredo Ugarte a BioBioChile.
“Las hembras de tábano necesitan aparentemente hemoglobulina para terminar la fecundación de sus huevos, por eso tienden a picar a personas, vacas, cabras, ovejas, cualquier animal con sangre roja”, agregó.
Ciclo del ‘Coliguacho’
También existe cierta convicción que su ciclo llega hasta el 20 de enero de cada año, aunque puede ser muy relativo y cambiante.
“Su ciclo generalmente termina a fines de enero, dependiendo de las condiciones climáticas. Es bien curioso porque en algunos lugares es drástico. Por decirte algo, el 20 de enero puede haber miles y el 21 no hay ninguno más, el por qué no se sabe aún, es como que tienen un reloj biológico determinado. Es impresionante”, detalló Ugarte.
Hay que señalar que el propio Ugarte entregó consejos para evitar que estos insectos se acerquen de forma tan frecuente.
“En general, usar ropa de colores blancos o bien claros los atrae menos que el color azul, el color negro, los colores intensos“, asegura.
Asimismo, también recomienda utilizar espantapájaros. “Lo que se está usando es que uno coloca espantapájaros, o monos que los mueve el viento y cosas así, con esos colores (intensos). Entonces los tábanos se van principalmente hacia esos distractores y no molestan tanto a las personas“, agrega.
Por último, sugiere utilizar los repelentes, aunque aclara que no todos son efectivos. “Personalmente, existe un repelente que se llama Aloxo, que ese sí que sí es muy muy eficiente para no solamente tábanos, sino que también para moscas y una serie de cosas. El OFF y otros similares no son tan buenos”, plantea.