VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El icónico cantante argentino Andrés Calamaro, reconocido por ser una figura destacada del rock español, alcanzó la cima de su carrera con el éxito de "Flaca", una canción que se convirtió en un himno de la música latina. Sin embargo, detrás de este hit se esconde una historia de desamor y traición que involucra a su esposa y mánager, Mónica García, y al legendario músico Charly García. La relación entre Calamaro y García se volvió tóxica debido a rumores de infidelidad que afectaron la amistad entre ambos. La disputa se intensificó con lanzamientos de discos contenciosos y provocaciones mediáticas, culminando en una enemistad marcada por insultos públicos y hasta un incidente con un bate de béisbol. Fuente: BioBioChile.

Desarrollado por BioBioChile

Con más de 45 años de trayectoria artística, el argentino Andrés Calamaro ha logrado convertirse en un ícono del rock español con varias canciones emblemáticas como ‘Te quiero igual’, ‘La parte de adelante’ y ‘Loco’, y sobre todo con su mayor éxito; ‘Flaca’, un verdadero himno de la música latina que relata una historia de desamor y que esconde una de las traiciones más controversiales del otro lado de la cordillera.

Un hit que cuenta con casi 350 millones de reproducciones en YouTube y más de 450 millones en Spotify, y que fue un trampolín para la carrera de Calamaro tras abandonar la banda Los Rodríguez, aunque a costa de una trama llena de rumores y decepciones amorosas. ¿Quién es la ‘Flaca’?

Casamiento a escondidas y relación amorosa-laboral

En 1992, a un año de lanzar el álbum ‘Sin Documentos’ con Los Rodríguez, Calamaro vivía una colorida historia de amor con Mónica García en un departamento en Madrid junto a sus gatos. Una relación que vino acompañada con el éxito de la banda española y que significó tanto para el cantautor trasandino que incluso se tatuó el nombre de su amada como símbolo de sus profundos sentimientos.

El vínculo entre Andrés y Mónica fue creciendo tan aceleradamente que, debido a la fama que comenzó a tener el argentino en España, ella se convirtió en su mánager, ya que era la persona que más confianza le tenía el artista y la más importante para él en esa época. Además, el mismo año, la pareja decide casarse en secreto.

Andrés Calamaro y Mónica García
Foto: Página12

Como mánager y esposa de Calamaro, Mónica comenzó a hacerse un nombre dentro de la escena del rock latino y sus aptitudes artísticas fueron incluso requeridas por otro grande de la música argentina y, en esos años, uno de los mejores amigos de su marido; Charly García.

Andrés y Charly se conocieron en los 70′, cuando el ‘Salmón’ era un adolescente y tocaba el piano en la banda argentina-uruguaya Raíces -fundada por Beto Satragni-. De acuerdo a relatos de las dos estrellas de la música, su primer encuentro fue en el Festival del Amor en el Luna Park de Buenos Aires en 1978, donde el autor de ‘Demoliendo Hoteles’ le puso fin a su etapa con La Máquina de Hacer Pájaros y comenzó un afamado proyecto llamado Serú Girán.

Gracias a amistades en común, el vínculo entre Calamaro y García comenzaba a hacerse más fuerte y para 1983 -cuando el cantante de Los Rodríguez grabó su primer disco solista- ya era una relación tan íntima como vertiginosa, tan cercana como tóxica. Como buen amigo, Charly se ofreció a ejecutar cuatro canciones del álbum ‘Hotel Calamaro’ y, por otro lado, Andrés se unió como tecladista a la efímera banda Las Ligas, junto con Richard Coleman, Fabiana Cantillo, Christian Basso, Fernando Samalea y, por supuesto, Charly.

Es por esto que, en su etapa como solista y con la mente puesta en la creación del mítico disco ‘Say no more’, previo a su lanzamiento en 1996, Charly decidió que tanto Andrés como Mónica tenían que estar en el álbum y así fue, con la aparición de ambos en la canción ‘Necesito un gol’. La confianza de éstos tres era tan grande que se hacían llamar ‘Los Tres Chiflados Bien’, hasta que todo se derrumbó.

La ‘guerra’ entre Calamaro y Charly

‘Say no more’ fue el detonante que le puso fin a la entrañable amistad entre Calamaro y García. ¿El motivo? Mónica. Y es que los celos que sentía Andrés por la cercanía de su esposa hacia Charly fueron creciendo a medida que los medios de comunicación de la época replicaban rumores de una supuesta infidelidad de Mónica, justamente, con el exmiembro de Sui Generis como la tercera persona en cuestión.

“Es como si hubiésemos engañado a Andrés durante tres años, siendo que él estaba perfectamente al tanto de todo y, además, vivía con Mónica en España. ¿Dónde está el engaño? A mí me jodió por Mónica”, confesó años más tarde el legendario compositor argentino en entrevista con Culto, donde niega haberse involucrado con la primera esposa del exintegrante de Los Abuelos de la Nada y fiel a su estilo, complementó: “Quizás alguna vez nos acostamos cuando Mónica me salvó con su tarjeta de crédito una vez que me echaron de un hotel en Madrid, pero de ahí a lo otro. Pará un cachito”.

Charly García y Andrés Calamaro
Archivo | Las Ligas

Aunque nunca se confirmó quién decía la verdad y tampoco Mónica se refirió a la polémica tras separarse de Calamaro, como dicen en Argentina, todo se ‘pudrió’ en 1997 con los lanzamientos de los discos ‘Alta Fidelidad’ de Charly y ‘Alta Suciedad’ de Andrés. Para García, el título del álbum de su examigo era una respuesta irónica y desafiante a su proyecto junto a Mercedes Sosa y, para colmo, reveló que la canción ‘Flaca’ -incluida en el disco- estaba dedicada a Mónica.

“Aunque casi me equivoco y te digo poco a poco; no me mientas, no me digas la verdad, no te quedes callada, no levantes la voz, ni me pidas perdón”, es una de las partes de la canción que llevó al éxito a Calamaro, vendiendo un millón de copias del disco y pavimentando un camino de giras y gloria. No obstante, también sería el inicio de la ‘guerra’ mediática contra Charly.

Ya no había vuelta atrás. La relación se había quebrado. Como si Andrés hubiese pactado cambiar su amistad por el éxito internacional. “El quilombo se armó cuando Mónica vino a Nueva York a verme tocar con Mercedes Sosa en el Lincoln Center. Un paparazzi le sacó una foto y ella se hizo mucho problema… Después me di cuenta de todo”, relató Charly.

La conexión que parecía inquebrantable se había roto y el orgullo masculino actuó como principal arma de ambos rockeros. Mientras Charly no dudó en llamar “calamar asqueroso” a Andrés en la televisión argentina y lanzar ácidos comentarios en contra de su examigo en distintos medios de comunicación a modo de provocar, Calamaro optó por la violencia y fue a tocar su timbre con un bate de béisbol en una de sus manos. Una fuerte enemistad de la que Mónica fue testigo principal durante tres años hasta que el matrimonio se divorció en el 2000.

“La noticia es la siguiente. Este ser armado de bates de béisbol evidentemente es un hombre que reniega de su religión, sus costumbres y de él mismo todo el tiempo. Se entretiene destruyendo las bateas del rock nacional a batazo limpio… Ya molestaste demasiado, te van a matar. Yo no porque cómo voy a gastar energía en vos“, disparó Charly en el programa ‘Televisión Abierta’.

“Leí una revista en la que decís que me vas a pegar nueve piñas. Te he visto en la puerta de mi casa con dos de seguridad tuyo, el bate de béisbol y yo te digo que me tienes de culo. Niño, en España no te quieren y acá tampoco, así que por favor ve a la iglesia y ten cuidado de tus amigos, que te quieren internar. Piensa un poco, vuelve a hacer las canciones lindas que hacías y ‘say no more"”, concluyó.