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La venta de pipeño, granadina y helado de piña se vuelve un éxito cada 18 de septiembre, sumándose al clásico terremoto como estrella de las Fiestas Patrias en Chile, celebración que se extenderá por casi una semana este año. Fabiola González, miembro de la Asociación Nacional de Bartenders de Chile (Acobar) y jefa de barra en Soberbio Bar, destaca que el terremoto, mezcla de vino pipeño y helado de piña, se ha consolidado como la bebida nacional por excelencia. No obstante, González recuerda otros tragos chilenos menos populares pero igualmente representativos, como el ponche a la romana, la malta con huevo y la chupilca, instando a probar estas opciones durante las celebraciones patrias para ampliar el repertorio y reivindicar la diversidad de la coctelería nacional.

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Cada vez que se acerca el 18 de septiembre, la venta de pipeño, granadina y helado de piña es un rotundo éxito. Y es que, al igual que la empanada, el anticucho y el choripán, el terremoto se ha convertido en un clásico y en un infaltable de esta festividad nacional, que este año se prolongará por casi una semana. Sin embargo, ¿es el único trago 100% chileno?, y ¿qué opciones hay si no te gusta o no quieres beber esta preparación?

Fabiola González, miembro de la Asociación Nacional de Bartenders de Chile (Acobar) y jefa de barra en Soberbio Bar, conversó con BioBioChile y recordó algunos cócteles que han sido relegado en Fiestas Patrias por el terremoto.

Terremoto = Fiestas Patrias

Si bien no se tiene claridad de en qué momento de la historia el terremoto comenzó a popularizarse transversalmente a lo largo de todo Chile, desde los 2000, esta preparación -junto al mote con huesillos- se ha convertido en el trago más representativo de nuestro país.

Su historia es igual de excéntrica que su combinación de sabores. Y es que su origen data de 1985, justo después del devastador terremoto que azotó la zona centro-norte del país, cuando el dueño del restaurante El Hoyo de Valparaíso, Guillermo Valenzuela, dio rienda suelta a su creatividad y agasajó a los periodistas alemanes que se encontraban reporteando este desastre natural con vino pipeño y helado de piña, ya que los profesionales habían encontrado muy tibio el vino solo.

La solución de Valenzuela, quien acostumbraba a realizar extravagantes mezclas que resultaron gustando al paladar de los chilenos como el vino tinto con frutillas o el vino blanco con chirimoya, encantó a los alemanes. “¡Esto sí que es un terremoto!”, expresaría uno de ellos. He ahí su nombre.

De acuerdo a la bartender penquista, el terremoto se asocia a las Fiestas Patrias porque es parte de la identidad del chileno relacionar determinados cócteles o bebidas alcohólicas a festividades específicas, como el cola de mono en Navidad. “Somos bien patriotas y estacionales para nuestros gustos”, reflexionó.

En cuanto a su sabor, la jefa de barra de Soberbio describió esta preparación y analizó las claves de su éxito.

“Su base es vino pipeño, el cual se obtiene de la zona centro-sur de nuestro país y que se elabora en base a la uva cepa país o cepa rústica, y al no tener ningún aditivo, la misma fruta es la que le da el dulzor a esta bebida que contiene 11,5 grados de alcohol. Al mezclarlo con helado de piña, se obtiene una combinación muy interesante, ya que le aporta un poco más de dulzor, consistencia y, sobre todo, la temperatura fría que tanto le gusta a los chilenos. El toque final de la granadina refleja lo que es paladar nacional“, enfatizó González a la presente redacción.

Olvidados, pero 100% chilenos

Pese al dominio casi absoluto del terremoto en septiembre, la mixóloga va más allá y apunta a reivindicar los tragos que han sido parte por muchos años de nuestra identidad nacional y que se han visto eclipsados por este ‘telúrico’ trago en base a vino pipeño.

En la coctelería chilena existe una amplia variedad de preparaciones, licores y ponches, que son igual de típicos que el terremoto, pero que han sido dejados de lado. Estas Fiestas Patrias son ideales para traerlos de vuelta”, puntualiza la bartender, quien aconseja tres cócteles 100% chilenos que, si no los has probado, tienes que hacerlo sí o sí durante estas festividades.

En primer lugar, la experta trae al recuerdo a un clásico de Navidad y Año Nuevo -al igual que el cola de mono- de los 80′; el ponche a la romana. Una preparación que mantiene algunos ingredientes del terremoto, por lo que es ideal para quienes busquen sabores nuevos, pero igual de frutales.

González entrega los ingredientes del ponche a la romana:

– 1 botella de vino espumante
– 1 botella de vino blanco
– 1 tarro de piña o 1 piña en trocitos
– 100 grs. de azúcar diluido en 100 ml. de agua
– 1 ramita de canela (recomendación de autor)

“Se debe refrigerar por un par de horas y servir en una copa con una cucharada de helado de piña”, sugiere la miembro de la Asociación Nacional de Bartenders.

Ponche a la romana
Ponche a la romana | Líder

En algunas partes del país conocido como el ‘Baileys del pueblo’, otra preparación que representa el ingenio y la tradición nacional, además del paladar dulce, es la clásica malta con huevo.

González entrega los ingredientes de la malta con huevo:

– 1 litro de cerveza malta o cerveza negra (fría)
– 2 huevos
– Azúcar a gusto
– 1 cucharadita de esencia de vainilla (recomendación de autor)
– 1 pisca de canela en polvo (opcional)

“Un cóctel típico sobre todo en estaciones más frías, antiguamente, se decía que es muy nutritivo para componer el cuerpo y tener más fuerza. Se elabora a partir de malta oscura o cerveza negra, la cual es robusta y tiene bastante cuerpo. La instrucción es llevar la mezcla de ingredientes a la licuadora hasta que todo quede homogéneo y servir con abundante espuma”, explicó.

Malta con huevo
Malta con huevo | El Sol de Iquique

Por último, la bartender llamó a reivindicar la chupilca. Durante las Fiestas Patrias, la sociedad no escatima en distintos tipos de homenajes al roto chileno y qué mejor representación que una preparación consumido, sobre todo, en los campos del sur del país.

González entrega los ingredientes de la chupilca:

– 200 ml. de vino tinto o chicha
– Dos cucharadas de harina tostada
– Una cucharada de azúcar

Como recomendación, la mixóloga penquista aconseja que “una variante de la harina tostada puede ser harina de avellanas, la que le da un sabor completamente único y espectacular”, y además, que la azúcar también puede cambiarse por endulzantes naturales como la miel, buscando experimentar nuevos sabores y mezclas, aunque manteniendo su identidad 100% chilena.

Se revuelve todo en un vaso tumbler y se sirve sin más complicaciones.

Chupilca
Foto | La Red