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Cómo las zapatillas Veja lograron el éxito: el caso de la empresa que no tiene publicidad ni rostros

01 septiembre 2024 | 07:00

La marca de zapatillas Veja se transformó en un icono de la moda al ir a contra la corriente de las grandes empresas, pues ellos no gastan por concepto de publicidad ni en millonarios contratos con figuras públicas.

Considerada una empresa que desafía el modelo de negocio, de las multinacionales como Adidas o Nike, la compañía francesa afirma que el impacto ambiental de su calzado es mínimo, al considerar el algodón orgánico, caucho silvestre y poliéster reciclado como materiales indispensables para sus zapatillas.

Una muestra del atractivo que genera, es que la princesa de Gales, Kate Middleton, ha lucido su modelo blanco con la “V” que caracteriza a Veja.

Asimismo, es tanta la adhesión que muchos actores, como Leonardo DiCaprio y Reese Witherspoon, han expresado su gusto por calzar las zapatillas, siendo una marca que se niega a crecer y a tener mayores ganancias.


¿Quiénes son los fundadores de las zapatillas Veja?

Fundado en 2005, por Sébastien Kopp y François-Ghislain Morillion, Veja (que se pronuncia “veya”) nació a partir de una visión en común de estos amigos que se conocieron a los 14 años en el colegio.

Ambos compartían una inquietud por la justicia social y los proyectos sustentables. Y al entrar a la universidad, decidieron que ese sería el foco para desarrollar sus carreras profesionales.

Kopp estudió Economía, mientras Ghislain Finanzas Internacionales. Y una vez que terminaron sus estudios, entraron a trabajar en el sector bancario, pero la experiencia los terminó de desgastar y al poco tiempo decidieron renunciar.

El foco era imprimir un sello sustentable a las prácticas que soñaban con aplicar. Por esto, fundaron una organización sin fines de lucro, con el propósito de liderar un proyecto, que tenga como principio el cuidado del medio ambiente.

También durante un tiempo, investigaron la eficacia de los paneles solares hasta la propagación del VIH entre los mineros de Sudáfrica, consignó El País.

Pero después de 18 meses, en un recorrido que incluyó Brasil, Sudáfrica, India, China, Marruecos, Argentina, Perú y Estados Unidos, decidieron en crear un negocio que involucraría zapatillas.

El nacimiento de las zapatillas Veja

Veja, que en portugués significa “mira”, nació de la inquietud por emprender acorde a un trato transparente con los productores de algodón en el noroeste de Brasil.

De esta manera, el proceso de producción contempló pagar buenos sueldos a los serengueiros, o extractores de caucho, que mantienen su trabajo en el estado de Rio Grande do Sul, cerca de Porto Alegre, gracias a un convenio con la marca francesa.

Así lo reconoció Kopp, que ejerce como director creativo de Veja, en una entrevista con la versión española de revista Vogue, donde valoró que su compañía ocupa materias primas ecológicas como el algodón orgánico para la fabricación de la lona y el caucho amazónico.

“Compramos algodón a un precio que doblaba el del mercado, e hicimos lo mismo con el caucho en la Amazonía. Fuimos a ver a las comunidades que vivían gracias al bosque amazónico, y les compramos el caucho”, indicó Kopp a Vogue.

De hecho, esta labor diligente, que empezó en 2005, llevó a la marca vender alrededor de doce millones de pares, siendo su primera versión, el modelo Volley, la que logró plasmar el espíritu de la empresa.

Este ejemplar fue el primero que lanzó la marca y pavimentó el éxito de sus 35 estilos diseñados desde su fundación, y que recoge el principio del comercio justo, en donde al productor recibe un 55% que supera el precio del mercado por la venta de algodón y caucho.

Además de contar con una cadena de suministros bien remunerada, la compañía pone énfasis en la relación horizontal que existe con los productores, pues la gran diferencia con las grandes marcas, es que ellos no tienen intermediarios en sus fábricas de Brasil y Portugal.

Publicidad sin influencers ni famosos

Asimismo, la estrategia que llama la atención de Veja, es que desde sus inicios acordaron no pagar publicidad, logrando con los años que las celebridades como Meghan Markle, Emma Watson, Antonio Banderas y Katie Holmes, calcen la marca.

Pero, ¿cómo lograron crear un ejército de famosos sin invertir en publicidad y grandes rostros? El año pasado, Sébastien Kopp afirmó a El País, que la decisión fue para ahorrar el dinero e invertirlo en la cadena de suministro y asegurar el pago al productor del algodón orgánico, siendo este el “giro” de Veja respecto a la competencia.

Al respecto, una de las primeras en declarar su amor a estas zapatillas ecológicas es la actriz Marion Cotillard, que a través de una publicación en Instagram, comentó que tenía un par de Veja hace al menos 10 años.

Esto mismo explicaría cómo la apuesta de Veja sedujo a los famosos, debido al diseño ecológico que produce la marca francesa, con materiales que ocupa hasta botellas recicladas e incluso “cuero de pescado”, hecho con la piel de las tilapias -un pez de agua dulce originario de Brasil-.

Veja: Una empresa que no quiere vender sus principios

Al ser los únicos dueños de Veja, Sébastien Kopp y François-Ghislain Morillion, mantienen la idea del proyecto intacto, ya que por ser una sociedad limitada, no tienen inversores ni acciones.

Incluso apenas tienen seis tiendas en el mundo, como en París, Bordeaux, Berlín, New York, Madrid y Londres, con el fin de preservar la mística de la marca ecológica.

Pero como toda empresa, deben generar utilidades, pese a la conciencia de sus productos. “Tenemos un pie en el desarrollo y otro en el comercio. Estamos contentos de podernos ganar bien la vida, pero somos una empresa que quiere ser rentable”, remarcó François- Ghislain Morillion a El País.

No obstante, para ellos lograr ganancias entre el 8% y el 10% en un año, es una meta esperable.

“Desde el primer año fuimos rentables. Al principio eran cifras pequeñas, pero cada vez que ganamos dinero, lo invertimos, porque no tenemos financiación exterior. Funcionamos como abuelitos”, afirmó François al diario español.

Así las cosas, al poder ser diez veces más grande, los dueños tienen los pies en la tierra, porque para ellos, las utilidades no es el propósito que los moviliza.

En mayo de 2019, según Business of Fashion, cerca de 200 toneladas de caucho que compraron en el bosque amazónico permitió la preservación de 90.000 acres de selva.

De esta forma, la empresa pretende seguir marcando una diferencia haciendo que sus zapatillas sean un producto simbólico para las próximas generaciones. Eso sí, para adquirirlos en Chile, hay que desembolsar cerca de $150.000, un precio que le otorga “valor” al esfuerzo de hacer un negocio sostenible frente a la competencia.