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Pese a su caos y los duros contrastes ¿Por qué hay gente que viaja, y añora ir, a la India?

06 julio 2024 | 06:30

La India se convirtió en 2022 en el país más poblado del mundo, alcanzando una población cercana a los 1.400 millones de personas, superando en este ítem a China entrando de lleno como una potencia económica en Asia.

Por años el país también ha sido elegido como un misterioso destino para los viajeros, muchos de ellos seducidos por sus monumentos y las experiencias que allí se pueden vivir.

De hecho en 2019, previo a la pandemia, India registró un total de 18 millones de turistas, cifra que bajó en los años siguientes pero que podría repuntar de aquí más.

El país suele ser mostrado a menudo por aventureros en las redes sociales, tanto lo bueno como lo malo, lo peculiar, lo distinto, y también lo que asusta.

Sin ir más lejos, muchos aseguran que aquel es un lugar de extremos: se puede amar u odiar, gustar en demasía o dejar con la sensación de “no querer volver nunca más en la vida”.

A eso se suma el tema de seguridad y criminalidad, teniendo en cuenta que, en el índice de Paz Global, el país se encuentra en posición 128, con 40.130 asesinatos en 2022.

Un ejemplo de lo anterior es lo que pasó con una viajera española en marzo de este año, quien resultó violada por un grupo de sujetos mientras estaba con su esposo en una zona remota.

Pese a todo lo anterior, no son pocas las personas que suelen decir que añoran visitar la potencia asiática ¿Un encuentro espiritual? ¿Buscarse a sí mismo? ¿Los monumentos? ¿Qué será?

El síndrome de La India

La respuesta a esto podría estar en los estudios del psiquiatra francés Régis Airault, quien en 1985 habló por primera vez del Síndrome de la India, luego de haber trabajado en Bombay.

De acuerdo a The Guardian, dentro de su libro Fous de l’Inde (Locos en la India), el profesional aseguró que tomó relatos de viajeros que estuvieron en aquel país, tanto en el momento que llegaban como cuando llevaban semanas de recorrido.

Para Régis, el perfil de ese viajero es “soñador y aventurero”, aunque lo anterior puede estar sometido a cambios.

Él mismo planteó que la India puede tener la capacidad de “transformar a las personas o llevarlas para transformarse”.

“La India tiene una manera de estimular la imaginación y suscitar intensas emociones estéticas que en cualquier momento pueden hundir al viajero en una ansiedad absoluta. Por esta razón, nuestra experiencia de la India puede ser algo ambivalente”, indicó.

Asimismo, Airault asegura que las sensaciones son muy variables según el pasado y presente que tenga cada quien en el momento de divisar el panorama.

“El subconsciente tiene una manera de ponernos cara a cara en ciertos momentos de nuestras vidas. La India le habla al inconsciente, lo provoca, lo hace hervir y, a veces, desbordar. Saca a relucir, desde las capas más profundas de nuestra psique, lo enterrado”, sostuvo.

“El viaje a la India comienza temprano, con la idea que hemos hecho, transmitida por nuestra cultura, sus clichés, sus leyendas, sus mitos, pero también por nuestra infancia alimentada de cuentos e historias maravillosas”, añadió.

Por su lado, el psiquiatra indio Sunil Mittal, del Instituto Cosmos de Salud Mental y Ciencias del Comportamiento, asegura que los visitantes del país pueden dividirse en dos grupos: los simples turistas que pueden tener problemas emociones y quienes van por una experiencia espiritual.

Para el experto, ambos son susceptibles de padecer en ‘síndrome de la India’.

“En el camino de una búsqueda espiritual, se cuestionan todos los valores que se han arraigado en alguien. Esto puede llevar a un estado de vacío, un estado de pérdida de dirección o un sentimiento repentino de exaltación, y luego no saber cómo manejar una situación”, detalla.

Es por lo mismo que ambos sostienen que el país no es para cualquier persona, ya que “pone a prueba los sentidos con mínimos detalles”.

¿Y tú, sería capaz de ponerte a prueba yendo a la India?