Hace algunas semanas se anticipó sobre la llegada del fenómeno de La Niña a Chile, para julio de este año, lo que hace prever que afectará sobre las estaciones de primavera y verano.

En palabras simples, la Niña se caracteriza por la disminución de precipitaciones y temperaturas más bajas de lo normal.

El climatólogo Raúl Cordero, de la Universidad de Santiago de Chile, indicó a La Tercera que se podría esperar un verano menos caluroso que el de 2023/2024.

“Las temperaturas en los veranos marcados por La Niña no son extraordinariamente calurosos”, sostuvo.

“No debería ser tan caluroso como los dos últimos, que estuvieron marcados por El Niño”, agregó.

Por otro lado, un nuevo informe de Meteored alertó respecto a cuáles serían las regiones de Chile más afectadas por el fenómeno.

En este sentido el portal sostuvo, a modo provisorio, que la zona centro y sur podrían tener los efectos más adversos, debido a las pocas lluvias, bajas temperaturas matinales y consecuencias en la agricultura.

“Se espera una disminución considerable en las precipitaciones, que pese a los importantes acumulados que se han registrado hasta junio 2024, si se extiende por muchos meses, podría nuevamente agravar la sequía que pese a las lluvias”, indicaron respecto a las regiones de Valparaíso y Metropolitana.

“La capital enfrentaría una reducción en las lluvias, intensificando los problemas de abastecimiento de agua y aumentando el riesgo de incendios forestales en las áreas periféricas”, agregaron.

Hacia el sur, la situación agrícola podría verse mermada en caso de existir mayor cantidad de heladas.

“El fenómeno de La Niña podría provocar un descenso en las temperaturas y un aumento en las heladas, afectando negativamente a los cultivos de invierno y las actividades ganaderas”, concluyen.