En el ámbito académico, la evaluación docente es clave para medir el desempeño de los profesores y tomar decisiones sobre contratación, promoción y desarrollo profesional.
Un reciente estudio de Valentina Paredes, Francisco Pino y David Díaz, académicos de la Universidad de Chile, ha revelado un fenómeno significativo: el impacto de la dominancia facial en estas evaluaciones, con un enfoque en las diferencias de género.
El estudio, publicado en Economics & Human Biology, utilizó la relación entre el ancho y la altura facial (facial width-to-height ratio – fWHR) como indicador de la percepción de dominancia. Esta métrica, previamente empleada por David Díaz en su investigación de 2018, se demostró confiable para evaluar la dominancia percibida en individuos.
Los resultados mostraron que un fWHR más alto se relaciona con evaluaciones más altas para profesores masculinos, sugiriendo que la dominancia facial es vista positivamente en los hombres. Sin embargo, en las profesoras, un fWHR más alto se asoció con evaluaciones más bajas por parte de los estudiantes.
Para los profesores varones, un fWHR más alto se correlacionó con mejores evaluaciones en varios aspectos. Específicamente, un aumento de una desviación estándar en el fWHR se asoció con un incremento en las puntuaciones de las evaluaciones docentes, que variaron entre 0.07 y 0.13 desviaciones estándar, según la métrica utilizada.
Esto indica que los rasgos vinculados con la dominancia son percibidos positivamente en los hombres, reflejando que las normas de género tradicionales valoran características asertivas y autoritarias en ellos.
En contraste, un aumento en el fWHR para las profesoras resultó en evaluaciones significativamente peores. Las reducciones variaron de 0.27 a 0.87 desviaciones estándar en distintas medidas de las evaluaciones. Este hallazgo evidencia un marcado sesgo de género, donde las mismas características que beneficiaron a los profesores varones resultaron perjudiciales para las profesoras.
Los investigadores también controlaron los puntajes de belleza y una medida de calidad docente. Los puntajes de belleza se obtuvieron a través de calificaciones algorítmicas y humanas, mientras que la medida de calidad docente se calculó analizando las calificaciones de los estudiantes y determinando la contribución del profesor al rendimiento estudiantil.
Los resultados indicaron que la percepción de dominancia facial tiene un impacto único en las evaluaciones docentes, especialmente en el caso de las mujeres.
El estudio destaca las complejas dinámicas de género que influyen en la evaluación docente y plantea preguntas importantes sobre la equidad y la percepción en el ámbito académico. Además, resalta el papel creciente de la inteligencia artificial en la investigación científica, proporcionando herramientas para explorar fenómenos complejos.
La aplicación de inteligencia artificial por parte de David Díaz fue crucial para el éxito del estudio, permitiendo un análisis detallado y exhaustivo.
Esta investigación abre nuevos caminos para entender cómo calificamos, percibimos y nos relacionamos con los demás, avanzando hacia una comprensión más profunda de cómo las percepciones de dominancia facial pueden influir en nuestras interacciones.
Subraya la necesidad de abordar estas cuestiones de manera rigurosa y equitativa en todos los ámbitos.