En el pintoresco y aislado pueblo de Ingria, ubicado entre bosques y montañas cerca de Turín, se está llevando a cabo una llamativa situación electoral. Con tan solo 46 residentes, además de los que 26 son votantes registrados desde el extranjero, el pueblo se encuentra en medio de una intensa campaña electoral con 30 candidatos compitiendo por diversos puestos locales.
Igor De Santis, de 42 años, actual alcalde y líder de la administración desde 2009, se enfrenta a una difícil contienda para obtener su cuarto mandato. La competencia se ha intensificado de manera inesperada, especialmente después de que su madre, Milena Crosasso, se uniera a un campo rival.
Una curiosa competencia
Inicialmente, De Santis esperaba una competencia tranquila con Renato Poletto, un concejal de la oposición de 70 años. Sin embargo, la aparición de Stefano Venuti, un residente de Milán con una segunda residencia en Ingria, complicó aún más el panorama electoral. “No esperábamos esto”, comentó De Santis sobre la candidatura de Venuti.
Según recoge el medio británico, The Guardian, La situación se tornó aún más compleja cuando Poletto anunció que había obtenido el apoyo de Milena Crosasso, madre de De Santis, y la incluyó en su lista de candidatos para el consejo. Esta lista, compuesta por nueve mujeres y un hombre, refleja un esfuerzo significativo por parte de los voluntarios que han trabajado arduamente por la comunidad.
“Le pedí a mi madre que se uniera a mí, pero después de ver que la lista de Poletto estaba compuesta mayoritariamente por mujeres, decidió ir con ellos”, explicó De Santis. Crosasso, por su parte, aseguró que la rivalidad electoral no afectará la armonía familiar: “Tanto mi hijo como yo queremos lo mejor para la comunidad, y esta es una oportunidad para dar voz a los puntos de vista de las mujeres sin debilitar los lazos familiares”.
Un pueblo con muchos desafíos
Ingria, situada en el Valle de Soana, enfrenta problemas comunes a otros pueblos de montaña, como la despoblación, la falta de servicios y los desafíos que presenta la nieve durante el invierno. Desde que fue nombrado uno de los pueblos más bonitos de Italia en 2022, Ingria también ha tenido que lidiar con un aumento en el turismo.
“Ha habido un aumento increíble y tenemos que gestionar esto”, afirmó De Santis. “Hay pocos residentes, pero muchas segundas residencias. Nuestro principal objetivo es preservar la belleza de Ingria”.
Stefano Venuti, quien decidió postularse tras recibir el apoyo de los lugareños, comentó al periódico Corriere della Sera que se ha integrado muy bien en la comunidad. A pesar de la competencia, De Santis, cuyo abuelo fue alcalde de Ingria durante 30 años, se muestra optimista sobre sus posibilidades de ganar.
La próxima elección, programada para los días 8 y 9 de junio, no solo determinará el próximo liderazgo del pueblo, sino que también reflejará las dinámicas y tensiones de una comunidad pequeña pero comprometida con su futuro. Con dos tercios de sus habitantes compitiendo por puestos, Ingria se convierte en un ejemplo notable de participación democrática en un entorno rural, demostrando que incluso en las localidades más pequeñas, la política puede ser vibrante y significativa.