Una niña comentó a sus padres que oía “monstruos” en su pieza, pero en realidad era una colmena con más de 50 mil abejas.
Saylor Class, una niña de tres años que vive en una granja junto a sus padres en Carolina del Norte, Estados Unidos, les dijo que escuchaba en la pared de su pieza a “monstruos”.
Ashley Massis Class y su esposo, creyeron que su pequeña hija lo decía producto de su imaginación o debido a la clásica película “Monsters Inc.”, que semanas antes le habían mostrado.
Debido a la reiteradas veces en que su hija decía escuchar monstruos, sus padres intentaron comprender su miedo y ayudarla.
“Incluso le dimos una botella de agua y le dijimos que era un spray para monstruos para que pudiera rociar a cualquiera de los monstruos por la noche”, dijo Massis a BBC.
Sin embargo, pese a las medidas y las constantes explicaciones por parte de sus padres, Saylor mantenía su miedo e insistencia.
Primera pista: Abejas en el ático
Transcurrió un tiempo para que la madre descubriera enjambres de abejas que rodeaban el exterior de la casa, específicamente en el ático y la chimenea.
Fue por ello que decidieron llamar a una empresa controladora de plagas.
Los trabajadores al llegar al hogar, indicaron que era una especie que ellos no podían exterminar producto de la escasez de la especie y porque en Estados Unidos son protegidas, consigna BBC.
De tal manera, los padres de la pequeña Saylor optaron por llamar a un apicultor, el cual indicó que las abejas se desplazaban hacia las tablas del suelo del ático, justo encima del dormitorio de su hija.
Resultado final
El apicultor evaluó la situación con una cámara térmica, dónde se percató que existía una colmena en la pared de la pieza de Saylor.
Luego de ello, tomó un martillo y golpeó el muro. “Salieron como en una película de terror”, contó Ashley.
Miles de abejas formaron su panal en la pieza de Saylor. El apicultor realizó tres extracciones del insecto mediante aspiración inversa, para luego meterlas en cajas y reubicarlas en un santuario de abejas.
En total el apicultor sacó entre 55.000 y 65.000 abejas y 45 kilogramos de panal.
Por su parte, Massis Class debió bloquear la habitación de su hija, la cual terminó dañada por la cantidad de miel que existía tras la pared, y para evitar que las abejas, que aún quedan, pasen hasta los alrededores de su casa.