Pocos recuerdan o saben que antes de que Irán fuera protagonista de una serie de conflictos que terminaron en una guerra eterna, tenía una monarquía que aún continúa activa, donde la joya de la corona es la princesa Noor Pahlavi, la nieta del Sha de Persia.
Pese a que tuvieron que salir exiliados del país hace más de 40 años, en 1979, cuando la revolución islámica tomó el poder, continúan en exilio, siendo constantemente parte de la conversación en torno a Irán.
De ahí el activismo de Noor Pahlavi, quien es la primera miembro de la familia real que nació fuera de Irán, específicamente en Estados Unidos, donde creció y donde aún vive.
Lleva sus raíces con orgullo y no pierde oportunidad para apoyar a su comunidad, pero por sobre todo a las mujeres de su país.
Claro que la joven princesa también supo aprovechar sus redes sociales como plataforma de difusión de sus ideas, así como también aprovechar su belleza y trabajar como modelo para importantes revistas.
Noor Pahlavi: una princesa de Irán en Estados Unidos
Cuando la familia real de Irán tuvo que arrancar de su país al exilio, en medio de la revolución, con un profundo descontento popular por su gestión, Mohammad-Reza Pahlaviera se transformó en el último Sha de Persia.
Emigró a varios países junto a su esposa, la emperatriz Farah Pahlavi. Pasaron por Marruecos, Bahamas, Ecuador, México, Estados Unidos y Egipto, donde se establecieron junto a su familia y donde Mohammad-Reza falleció.
Ellos tuvieron cuatro hijos, Reza, Farahnaz, Alireza y Leila, estos últimos dos se suicidaron en 2011 y 2001 respectivamente, según su madre a causa del desarraigo en el exilio.
Es precisamente Reza Pahlavi, quien abandonó Irán a los 17 años para recibir entrenamiento en la fuerza aérea y nunca pudo volver, el heredero que podría haber sido el siguiente Sha y padre de Noor.
Noor Pahlavi es la primera nieta de la emperatriz, pero a diferencia de su familia, nació en Washington D.C., Estados Unidos.
Es la primera, la segunda en la línea de sucesión al trono que su padre heredará en algún momento, cuando la emperatriz abdique o fallezca; sin embargo, será emperatriz o reina de un lugar que nunca ha pisado.
Nacida y criada en Estados Unidos
La joven, que nació en Washington D.C., vive el estilo americano desde que nació, aunque siempre muy apegada a sus raíces.
Estudió en la secundaria The Bullis School en Potomac, Maryland, y luego entró a la Universidad de Georgetown, donde se licenció de Psicología.
Su belleza le permitió aparecer en algunas revistas, trabajando esporádicamente como modelo para Marie Claire’ para Indonesia o ‘Harper’s Bazaar’, consignó El Confidencial.
Aunque también protagonizó sesiones de fotos junto a su abuela, la que se realizó en la residencia de esta última en París y que luego se publicó en Vogue Arabia, como destacan en su web oficial.
También aparece mencionada en artículos de la alta sociedad neoyorquina en The New York Times, específicamente en uno donde recordó las tragedias de su familia luego de la revolución islámica en medio de una recepción digna de Gossip Girl con los hijos de millonarios de Forbes.
Sin embargo, es una joven de familia y no duda en celebrar los logros de sus hermanas o sus padres, así como acompañar a su madre Yasmine Pahlavi en su lucha contra el cáncer, que afortunadamente superó.
Noor además es influencer, con casi un millón de seguidores en Instagram, la joven princesa aprovecha sus redes sociales como una forma de masificar su mensaje.
El activismo presente en su vida
Pero cómo hacer que su mensaje sea masivo. La respuesta para Noor es clave, su apellido y posición como princesa le permiten ser activista por diferentes causas.
Se trata de causas vinculadas con los derechos de la mujer o los homosexuales, quienes son perseguidos por el régimen islámico, consigno El Mundo.
En ese sentido, la princesa no pierde oportunidad de publicar mensajes con consignas políticas o visibilizar la precaria situación que vive el pueblo iraní.
De igual forma, las declaraciones que entrega su padre a través de medios de comunicación son muy importantes para ella y es usual ver publicaciones en conjunto donde destacan la participación del príncipe.
Por lo mismo, cuando se sucedieron las protestas por la muerte de Mahsa Amini, detenida por la policía de la moral del régimen de los ayatolás tras llevar mal puesto el pañuelo en la cabeza, Noor Pahlavi no dudó en salir a la calle a manifestarse.
A finales de septiembre de 2022, la princesa se puso una camiseta sin mangas, y jeans rotos para salir a protestar en las calles de Washington. Algo que los medios en su momento destacaron que jamás sería posible en Irán.
Luego, se trasladó a París y junto a su abuela, Farah, salieron a marchar por la libertad de Irán, consignó El Mundo.
El futuro de la princesa Noor Pahlavi
La actual emperatriz de Irán, Farah, siempre tiene un momento para destacar el avance que tuvieron las mujeres en Irán cuando su marido estuvo en el poder, pero también la fuerza de la mujer de su país.
Un ejemplo es cuando en medio de las protestas por el caso de Mahsa Amini, señaló “Siempre ha habido mujeres fuertes, figuras. Aunque había miedo, detenciones, asesinatos. Siguen en pie para gritar y exigir su libertad en el mundo entero”, consignó Mujer Hoy.
Por lo mismo, ella, Noor y su familia sueñan con alguna vez poder volver a Irán y establecer una monarquía como la que dejaron hace más de 40 años, aunque esta vez Noor tendría una posición y una voz muy distinta.
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Sin embargo, todo queda un sueño, considerando que aunque tienen apoyo de ciertos grupos, la realidad es que la historia no los deja en una buena posición, sobre todo cuando se recuerda que en el reinado de Reza Pahlavi no se aboliera la ley sálica, que impedía que las mujeres lograran ser monarcas, algo que aún seguiría en pie si no hubieran sido exiliados.
Así que, por el momento, Noor Pahlavi solo podrá seguir haciendo su activismo desde afuera, soñando alguna vez pisar la tierra de la que es Princesa.