Las noches calurosas del verano tienen, en ocasiones, unos invitados de ‘piedra’. Se trata de unos insectos color anaranjado con alas sumamente largas, los cuales son conocidos como ‘trintraros’, ‘chalilos’ o termitas voladoras.
Se nombre científico es Porotermes quadricollis y tiene su distribución en la zona centro sur y sur de Chile, desarrollándose en los troncos de los árboles en bosques.
De acuerdo a un instructivo del SAG, “se desarrolla en una amplia variedad de maderas, incluyendo coníferas y latifoliadas, pero siempre en madera muerta”.
“Al igual que otras termitas, presentan diferentes castas, siendo las obreras de color blanquecino las que realizan el daño en la madera”, agregan.
‘Vuelo nupcial’ de los Trintraros
Según reporta Ladera Sur, estos insectos aprovechan las noches de mayor calor, en enero y febrero, para salir a volar, en lo que se llama el ‘vuelo nupcial’.
Lo idea es que, durante estas noches, la especie pueda aparearse y crear nuevas colonias.
Precisamente es en estas horas donde suelen toparse con los humanos, quienes por lo general reaccionan con bastante temor.
En ocasiones incluso son capaces de ingresar en los hogares, atraídos por la luz, convirtiéndose en una pesadilla para los habitantes que los sienten.
Las termitas voladoras no muerden ni pican a las personas, por lo que no representan un peligro directo. No obstante, el consejo es sacarlos del hogar para evitar su reproducción en ese espacio.
Hay que señalar que, en décadas pasadas, se decía como mito que los ‘Trintaros’ se metían en los oídos de las personas para ‘comerse sus tímpanos’, por lo que generalmente se llamaba a los familiares a protegerse. Claramente, lo anterior es falso.