Hace algunas semanas una pintura de 1860 se hizo viral luego de que varios internautas aseguraran que la protagonista de la obra sostenía un iPhone, sin embargo, ahora una pintura de hace 40 años llama la atención por algo similar.
Días atrás, una mujer llamada Fiona Foskett (57), se encontraba visitando la Galería Nacional londinense junto a su hija Holly de 23 años, en ese momento dieron con el cuadro del pintor holandés Ferdinand Bol, cuando notaron un pequeño detalle en el zapato del niño protagonista de la pintura, contaron al Daily Mail del Reino Unido.
En la obra del holandés se ve a un pequeño niño vestido con un traje gris oscuro y una capa a juego, todo adornado con botones dorados brillantes y lazos de cinta del mismo color, esto mientras su sombrero de ala ancha se encuentra colgado en el respaldo de una silla a sus espaldas.
Pero el detalle encontrado por Foskett en la pintura se encuentra en sus zapatos negros y con pequeño taco, los que parecen tener un logo de la marca deportiva Nike.
De acuerdo a Metro, la pintura corresponde al retrato de Frederick Sluysken, el hijo de un comerciante de vino, cuadro conocido como uno de los mejores de Bol.
Tras notar el detalle, las mujeres no tardaron en bromear sobre que el niño sería un viajero en el tiempo. “Nos tenía con ataques de risa. Sin duda es un joven de aspecto moderno. Mirando la edad, debe haber tenido en sus manos el primer par de zapatillas Nike jamás fabricadas. ¿O es en realidad un viajero del tiempo?”, relató la mujer a The Sun.
¿Es realmente el niño un viajero en el tiempo?
Desde la galería no han aclarado oficialmente la disyuntiva, y consultarlo con el creador de la pintura es imposible, pero dadas las características del vestuario de esa época, es probable que el logo de Nike se deba al tipo de zapatos que usa el niño en la pintura.
En la época barroca se acostumbraba a que los niños de la sociedad burguesa utilizaran zapatos con pequeños tacones, los cuales solían parecerse a los ahora conocidos loafers.
Sin embargo, en el caso de los más pequeños, estos tenían una solapa a cada lado para cerrarlos con cordones, lo que dejaba un espacio sin cubrir y por el que se podía divisar la piel o los calcetines, en este caso.
Tal como ocurrió con el pequeño Frederick, el supuesto logo de Nike no sería más que aquel mencionado espacio, el que da el aspecto de la marca, pues, sus calcetines son de color blanco.