Las marcas de perfume cada vez nos entregan diversos comerciales para vender sus fragancias, pero existen algunos proyectos bastante raros que no logran entregar un mensaje claro.
El mundo de la publicidad demanda mucha creatividad para promocionar un producto o servicio, con el fin de obtener ventas. Pero cuesta aún más entregar algo creativo para vender algo que no podemos oler, como los perfumes.
Respecto a eso, los perfumes son uno de los mercados más diversos del mundo, los que entregan diversas sensaciones a su público objetivo, el que se guía tanto por los aromas o también los rostros que promocionan sus botellas.
Pero los anunciantes siempre se enfrentan a un problema fundamental para intentar vender perfumes: ¿Cómo comunicar un olor o las cualidades de un perfume a través de la publicidad impresa, digital o por televisión?
Debido a ello, la publicidad de los perfumes ha tenido que lidiar con este problema, basándose en algo completamente diferente para venderlos, ya sea con ideas innovadoras o importantes rostros del mundo del entretenimiento.
Los perfumes técnicamente no hacen nada
Ya que no se pueden transmitir olores a través de la publicidad de un producto, los publicistas que han creado comerciales para estos productos, tienen que evocar a específicas emociones.
De hecho, hay partes del cerebro que se encargan de las emociones, la memoria y la motivación, las cuales surgen de la corteza olfativa. Por eso, muchas emociones o recuerdos vuelven a activarse tras encontrarse con algún aroma familiar o del pasado, generando conexiones emocionales profundas con olores específicos.
¿Cómo se venden productos a través de una conexión cerebro-nariz?
Para este tipo de publicidad, los anunciantes crean una idea base para transmitir, enfatizan en el poder emocional del olor con relación al sexo, ya que es uno de los tópicos que más vende.
Al ser un tema revelador, los comerciales intentan vender que las fragancias harán a las personas más atractivas sexualmente. Para eso, utilizan varios recursos para llamar la atención como: gente guapa, ropa reveladora, escenografías hermosas y mucha actuación sensual como parpadeos lentos o párpados pesados.
Muchas compañías de perfumes reclutan a rostros famosos para sus comerciales, como Robert Pattinson, Dua Lipa, Charlize Theron o Bella Hadid, quienes cuentan con cuerpos hegemónicos y presentan la fórmula atractiva para protagonizar los comerciales de perfumes.
Para una marca de perfume, capitalizar con un rostro famoso que recientemente ha hecho varias portadas o ha estado éxitos de taquilla es una elección fácil, ya que esto atrae mayor visibilidad para la fragancia.
Josh Weltman, quien fue co-productor de Mad Men y autor del libro “Seducing Strangers: How to Get People to Buy What You’re Selling”, comentó que la toma importante para los comerciales de perfume son los párpados pesados y el parpadeo lento.
Con esta actuación, esta industria transmite un mensaje de satisfacción, comunicando la experiencia de utilizar esa fragancia en particular.
Ideas estancadas
Aunque esta fórmula de las marcas de perfumes para hacer comerciales ha sido consistente durante muchos años, esta estrategia sigue siendo efectiva y otras compañías la han usado igual con excelente resultado.
Pero frente a utilizar el mismo molde cada vez que se debe desarrollar un comercial de perfume, existen nuevas mentes creativas tras las marcas quienes han roto el molde.
Un ejemplo claro es la alianza entre Prada y el director de cine Wes Anderson (El gran hotel Budapest, Los excéntricos Tenenbaums), quienes cuentan una historia real protagonizada por la actriz Léa Seydoux.
Candy (tomando el nombre del perfume) es la protagonista que es perseguida por sus mejores amigos, quienes luchan constantemente por su adoración, sin desistir de esta búsqueda.
Esta serie de comerciales muestra una historia de romance, seducción y competencia. Candy es interpretada como la mujer perfecta, encantadora y alegre, la que cautiva a los hombres, tanto así que terminar victoriosa saliendo con ambos hombres en la última escena.
Formulas que resultan
Los comerciales de perfumes no solo venden fantasía, sino un perfume. Están vendiendo una marca completa, donde las fragancias son el punto entrante para algunas marcas de lujo. Si una persona no puede aspirar a comprar una cartera de 3 mil dólares de Chanel, puede optar por comprar la fragancia y llevarse una parte de Chanel.
Aunque en ocasiones pueden aparecer comerciales extraños de perfumes, en algún momento podrá aparecer un nuevo anuncio que despertará la atención de los consumidores. Pero a medida que sigan apareciendo anuncios extraños, cada una podrá distinguir el éxito del producto en el mercado.